Al este de Japón, en el lecho marino cerca de la isla Minamitori, una investigación científica encontró una sorprende cantidad de metales raros, entre los que figuran los llamados “diamante de sangre” y el “metal del diablo”. La fase que viene es la extracción y desde ya afinan un ambicioso plan.
Un equipo de investigadores de la Universidad de Tokio y la Fundación Nippon informaron “el hallazgo de 230 millones de toneladas de metales raros en una superficie de 10.000 kilómetros cuadrados en la zona económica exclusiva (ZEE) de Japón”, reseñan en AS.
La Universidad de Tokio y la Fundación Nippon son las encargadas de la investigación de estos materiales en el océano Índico, agrega.
Publicidad
Metal del diablo
Al desglosar por metales, los científicos dijeron que en el yacimiento eran unas 610.000 toneladas de cobalto y 740.000 toneladas de níquel.
Esas toneladas equivalen, respectivamente, a 75 y 11 años de consumo nacional, difunden en Linternaute.
Al cobalto lo llaman, por lo general, “diamante de sangre”; al níquel, “metal del diablo”.
Publicidad
El hallazgo de tantas toneladas de estos materiales permitirá, principalmente gracias al cobalto, “fabricar baterías de litio para los teléfonos inteligentes, vehículos eléctricos, ordenadores e incluso para cigarrillos electrónicos”.
El cobalto “ha estado en el punto de mira en los últimos años, a menudo llamado el ”diamante de sangre de las baterías “. El auge de las ventas de vehículos eléctricos ha impulsado una mayor demanda de cobalto”, señalan en Sostenibilidad en Cifras.
Publicidad
Sin embargo, desde el Instituto de Gemología de España explican que se denominan “Diamantes de Sangre” (Blood Diamonds) a aquellos que proceden de países productores inmersos en conflictos bélicos, y donde la extracción y comercialización de diamantes se realiza en flagrante violación de los derechos humanos más fundamentales, y con el propósito de financiar los costes de la guerra.
Los minerales como el litio, cobre y níquel son el motor de la transición energética y del desarrollo nacional.
— Napoleón Gómez Urrutia (@NGomezUrrutiaMX) July 27, 2025
Reconocemos la importancia del sector minero para impulsar otras industrias, generar empleos dignos y desarrollar otras formas limpias de energía.⛏️🪫 pic.twitter.com/jYnFYB5S0T
Por qué el níquel es el metal del diablo
El níquel, expone el site de Brunel, es un elemento metálico natural de color blanco plateado, resistente a la corrosión, robusto, altamente dúctil, maleable, posee propiedades catalíticas y es 100 % reciclable. Es estable a altas temperaturas.
“Estas propiedades han propiciado su uso generalizado en sectores industriales y de la construcción, y cada vez más en baterías para vehículos eléctricos”, destacan.
Publicidad
A modo de anécdota histórica, precisan que el níquel fue aislado y clasificado por primera vez por el químico sueco Axel Cronstedt en 1751.
Desenterrado en las minas de cobalto de Hälsingland, Suecia, “los mineros creyeron erróneamente que el mineral contenía cobre y, al no poder extraerlo, culparon de sus problemas al diablo. Por ello, el mineral que contenía níquel pasó a conocerse como el ‘metal del diablo”.
Des "diamants du sang" découverts dans l'océan, plusieurs dizaines de tonnes bientôt extraites https://t.co/25ln44mHGO
— Houria (@Missdoria_Houri) February 17, 2025
Lo que viene: la extracción
Este año 2025, de acuerdo con AS, iniciará en Japón la fase de extracción de los metales. La primera etapa será únicamente experimental y tendrá una duración de tres años.
En Linternaute citan unas declaraciones de Katö Yasuhiro, profesor de la universidad y jefe del equipo de investigación, quien explicó que el objetivo es lograr una extracción de 10.000 toneladas por día, o 3 millones de toneladas por año, preservando al mismo tiempo el ecosistema marino.
El núcleo de la Tierra estaría liberando oro y otros metales preciosos, según estudio
Como adelantó AS, en Linternaute sostienen que efectivamente este año comenzará una fase de extracción experimental de tres años, “con una producción prevista de varios miles de toneladas de nódulos al día”.
Adelantan que el sector privado podría asumir entonces las operaciones a mayor escala, cuyo costo se estima en varias decenas de millones de dólares. (I)