Investigadores de la Universidad Edith Cowan, en Australia, desarrollaron un asfalto que integra bolsas de plástico reutilizables y botellas de leche, logrando mayor durabilidad y reduciendo el impacto ambiental de las infraestructuras viales.

“La contaminación plástica afecta ya a futuras generaciones porque hemos alterado el ADN del ser humano”

El proyecto busca dar una segunda vida a plásticos domésticos que suelen acabar en vertederos u océanos, transformándolos en un material que mejora la resistencia del pavimento y disminuye la dependencia de recursos vírgenes.

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La mezcla originó un compuesto resistente al deterioro y estable. Foto: Jens Aber en Unsplash

Las carreteras del futuro

Ali Ghodrati, uno de los líderes del proyecto, afirmó que “el reciclaje de estos plásticos en pavimentos no solo ofrece una solución práctica a la contaminación plástica, sino que también mejora la resistencia y la longevidad de nuestras carreteras”, reseñó El Español.

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Para fabricar este nuevo asfalto, los investigadores mezclaron el plástico con el material habitual de las carreteras de una forma que permite que ambos se integren bien, evitando que el plástico se desprenda con el tiempo y manteniendo la superficie estable.

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Nuha Mashaan, coautora del estudio, indicó que esta mezcla hace a los plásticos “ideales, ya que se combinan eficazmente con el betún sin necesidad de energía adicional ni producir subproductos nocivos, a diferencia de los plásticos con puntos de fusión más altos".

Este asfalto puede reducir costes de mantenimiento y emisiones contaminantes. Foto: Pixabay

Según los investigadores, este asfalto puede mejorar la resistencia a grietas y deformaciones, elevar el punto de reblandecimiento y prolongar la vida útil de las carreteras, reduciendo costes de mantenimiento y emisiones contaminantes.

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