El pasado 28 de enero, al menos 20 fieles colombianos, en el corregimiento Isabel López en Sabanalarga, Atlántico, apegados a su fe y religión, fueron víctimas del engaño. Gabriel Alberto Ferrer Ruiz, pastor evangélico de la Iglesia Berea de Colombia, les aseguró que la segunda venida de Jesús estaba por suceder.

Pese a las presiones y la controversia formada en redes sociales, además de las denuncias de algunos familiares de los asistentes de la iglesia, Ferrer ni su esposa han querido explicar qué fue lo que realmente ocurrió.

El pastor permanece en su casa, al norte de Barranquilla, en completo silencio y sin expresar ni una sola palabra a los seguidores de su iglesia.

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"No se asoma ni a la ventana", contó un periodista colombiano, que ha seguido el caso y además dirigido varias veces a la casa a tratar de conseguir una reacción de Ferrer. "He venido en la noche, la mañana y la tarde, y nada no quiere hablar", agregó el comunicador.

Posterior al falso anuncio del pastor, muchas personas dejaron sus trabajos y algunas, vendieron sus propiedades para seguir la profecía de Ferrer. Perdieron no solo su dinero sino la confianza que habían depositado en su fe, la iglesia, y el predicador en ella.

Varios miembros de la iglesia se habrían congregado en el corregimiento de Isabel López, a esperar la 'llegada' de Jesús. Permanecieron en un ayuno prolongado hasta el 28 de enero. Mientras el tiempo pasaba, y la profecía no se cumplía, fueron regresando a sus hogares con esperanzas perdidas.

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La casa del líder religioso, ubicada al norte de Barranquilla. (Vanexa Romero)

Algunos seguidores están asistiendo a tratamiento psicológico, según entrevistas de familiares a medios de comunicación colombianos.

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La policía aún mantiene vigilancia en el barrio. Algunos oficiales han ingresado a la vivienda, confirmando que el pastor está allí, y que algunos de los individuos que permanecen en el sitio lo hacen por su propia voluntad.

Esta es la vivienda en la que funcionaba la iglesia en Isabel López, corregimiento de Sabanalarga. (Oscar López Lobo)

"Me llamó e invitó a quedarme. Me dijo el que el 'Señor' había mandado un mensaje y le había dicho el día y la hora exacta en que vendría. Que mi padre vendría en cuerpo glorificado, junto con su hija y con otros hermanos de la iglesia que también fallecieron", contó en diálogo la señora Jaraba con la 'Emisora Atlántico'.

Los asistentes de la iglesia recuerdan al pastor Gabriel Alberto Ferrer como un 'hombre de bien', investigador, que se sabe tiene maestrías y estudios de teología. "Lo que menos le interesaba era el dinero, su iglesia no era recaudadora de dinero", expresan los fieles que aún confían en el líder religioso.

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Los seguidores y la prensa colombiana se mantienen esperando las explicaciones sobre las profecías no cumplidas, que llegan a significar un tropiezo en la fe de iglesias evangélicas. (I)