El incremento de asesinatos en los últimos meses ha generado una percepción de inseguridad en Guayaquil y obligó a las autoridades de la Policía Nacional a reorganizarse para combatir la delincuencia organizada.

Bandas dedicadas a la venta de drogas, lo que según los jefes a cargo ha causado un incremento en las muertes violentas. Tras la salida de varios líderes de las bandas de la Penitenciaría se ha desatado una lucha para recuperar territorio, como lo que ha ocurrido en el sur de Guayaquil y en Durán, donde el domingo cuatro hombres en moto fueron baleados desde un auto vino. Lo mismo ocurrió hace 15 días.

Del domingo último, uno falleció y dos más están heridos. Ellos, según las primeras versiones, serían integrantes de los Latin King y se presume que quienes los atacaron serían de la banda denominada Choner Killer, que sería el brazo armado de Los Choneros, cuyo líder, alias J. L., salió de prisión hace unos meses atrás.

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Choner Killer está pintado en muchos sectores de Durán, pues han ganado terreno en los últimos meses, pero también han grafiteado Ben 10. Él sería otro de los expresidiarios que estaría matando a sus contrarios en Durán y quien casi es detenido en un operativo hace dos semanas, cuando le decomisaron 15 kilos de droga, valorada en unos $50.000, y una subametralladora.

Esa matanza entre choneros y lagartos, banda que estaría asociada con los Latin King, empezó hace seis semanas en la Penitenciaría, cuando doce reos murieron (la mayoría lagartos) y más de quince hombres resultaron heridos.

La Policía decidió ahora que combatir esta violencia requiere de una mejor organización, por lo que desde el pasado fin de semana el general César Zapata se encarga del área preventiva como nuevo comandante de la Zona 8 (Guayaquil, Durán y Samborondón), mientras que el general Víctor Araus, anterior comandante, pasa a ser el subdirector de investigaciones.

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El nuevo comandante se encarga a partir de ahora de los operativos, el contacto con la comunidad y estará presente en las reuniones con otras entidades, como los GAD.

Araus, por su parte, encabezará las operaciones de inteligencia de las cinco provincias de la Costa, pero tendrá su oficina en Guayaquil, donde se concentran los delitos.

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Él menciona que en promedio tienen 5.000 delitos menos que el año pasado, pero en cuanto a asesinatos admite que la cifra se disparó una vez que salieron varios líderes de la cárcel. Pasó de 190 casos en 2019 a 280 en lo que va del 2020.

En ese aspecto asegura que la mayoría de los asesinatos son por venta de drogas y las víctimas son personas con antecedentes, un problema que considera no requiere solo de la intervención policial, sino de muchas otras entidades, pues dice que en estas organizaciones hay menores y es necesario romper un círculo vicioso.

El general adelanta también que se reunirá con la Fiscalía y la Judicatura, pues menciona que el trabajo de la Policía no puede estar divorciado del de los fiscales y jueces, y destaca que las investigaciones policiales que liderará y que siempre han hecho las unidades especializadas toman meses e incluyen la recopilación de decenas de indicios (pruebas) para que los acusados sean sentenciados, por lo que pide a los funcionarios judiciales hacer su parte del trabajo.

Un ejemplo claro de esto es el caso del juez José Tamayo, quien modificó la sentencia del líder de Los Choneros y ayudó a su libertad. El magistrado hoy es procesado por prevaricato y pese a que está prófugo, el proceso sigue su curso y la semana pasada se dio otra audiencia.

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De su paradero nadie habla de forma oficial, pero algunos funcionarios mencionan que estaría en Manabí, protegido por el mismo hombre al que ayudó a obtener la libertad.

Araus propone además que la cárcel de La Roca, ubicada junto a la Penitenciaría, sea rehabilitada para encerrar ahí a los jefes criminales. (I)