A sus 7 años, el príncipe George de Cambridge ha protagonizado sin querer su primer 'escándalo' internacional. Malta exigió el lunes que el príncipe devuelva un obsequio que recibió de parte del naturalista Sir David Attenborough: un diente gigante de un tiburón fosilizado.

El regalo generó dudas en la nación mediterránea, lo que llevó al ministro de Cultura de Malta, José Herrera, a decir el día de ayer que el diente debería estar en un museo local y prometió "poner las cosas en marcha" para recuperarlo.

"Hay algunos artefactos que son importantes para el patrimonio natural de Malta y que terminaron en el extranjero y merecen ser recuperados", explicó Herrera al Times of Malta, sin dar detalles de cómo pretendía recuperar el fósil.

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El Palacio de Kensington anunció la recepción del obsequio el sábado, diciendo que el diente gigante fue entregado al príncipe de siete años cuando Attenborough asistió a una visita privada de su último documental ambiental con miembros de la familia real.

Attenborough encontró el fósil durante unas vacaciones familiares en Malta a fines de la década de 1960, dijo el palacio. Estaba incrustado en piedra caliza de color amarillo suave y se cree que tiene unos 23 millones de años. El diente perteneció una vez a un megalodón, una especie extinta de tiburón gigante que podía crecer hasta 16 metros.

Sin embargo, tras recibir numerosas críticas en su país y en el extranjero, José Herrera, dijo este martes que ya no buscaría recuperar el fósil que llamó parte del patrimonio nacional de Malta el lunes.

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"El ministro Herrera no tiene ninguna duda de que el joven príncipe George se convertirá en un gran admirador de la rica historia natural de Malta", dijo un portavoz del ministerio. (I)