En un apoyo de Gobierno a Gobierno, la Agencia de Cooperación Alemana (GIZ) y la Federación de Cámaras de Industrias han generado la iniciativa Ecuador SinCero, para combatir la corrupción. El presidente de la Federación, Pablo Zambrano explica los objetivos y cómo nace la iniciativa.

¿Cuál es el alcance de la corrupción en el Estado y en las empresas?

Es lamentable ver cómo grupos políticos, en el momento que llegan al poder se reparten ciertos puestos clave, para generar clientelismo político a nivel nacional y provincial. Así generan corrupción en contratación pública, tanto en provisión de bienes y servicios, y contratación de obras. Este es un problema que ha tenido mayor énfasis en los últimos años y, que en este momento de pandemia, ha saltado con casos graves y sonados. Por ello, hemos visto la necesidad de tomar acción positiva y plantear una estrategia en contra de la corrupción.

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Si bien el tema se ve en el sector público, ¿hay empresas que se prestan para esto?

Voy a poner un par de ejemplos de lo que está sucediendo. Es inconcebible que en el país se adjudique contratos a empresas cuya razón social no tiene que ver con el objeto del contrato. Son restaurantes, hamburgueserías, que han ganado contratos para provisión de insumos médicos. El caso de Daniel Salcedo ejemplifica claramente que se ha convertido en contratista del Estado, sin tener las credenciales para tal actividad. Se crean empresas de papel que ni siquiera son asociadas a Cámaras o gremios de la producción. Su objetivo es delinquir. Eso no es ser empresarios.

¿Qué hacer frente a ello?

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Se debe reforzar en las empresas formales temas de cumplimiento debido y prevención de la corrupción. Hay que hacer una revisión y chequeo de quienes son los proveedores de bienes y servicios para el Estado. Esto debe hacerlo el Estado mismo y también la sociedad civil organizada. Por eso nace este programa Ecuador SinCero.

¿En qué consiste el programa?

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Nace de la cooperación de Gobierno a Gobierno entre Alemania y Ecuador. Acá lo ejecuta la Agencia Alemana GIZ y nosotros como Federación de Industrias somos el componente privado. La idea está fundamentada en cuatro pilares: integridad en el ámbito público y privado, uno de los temas más importantes es seguir protocolos OCDE para prevenir la corrupción; en segundo lugar está aplicar los parámetros del Gobierno abierto, que es la transparencia que debe haber en los temas de contratación y rendición de cuentas. El tercer componente es la generación de datos y estudios para identificar riesgos y prevenirla. El cuarto es fortalecer la capacidad de los actores estatales y privados, para prevenir la corrupción con intercambio de experiencias valiéndose del uso de la tecnología.

¿Existe un cálculo sobre el costo de la corrupción para el país?

Las cifras varían, todo depende de cuál sea el volumen de contratación del Estado y puede fluctuar entre $2500 y $ 5000 millones.