"¿Es normal que las mamás golpeen a sus hijos?". Fue la pregunta que hizo Gabriel, un pequeño niño maltratado, a su maestra. El menor sufrió abusos físicos y psicológicos en su hogar hasta que finalmente fue asesinado en 2013 por su madre y padrastro.

Una fractura de cráneo a consecuencia de una golpiza, lo llevó a la tumba. Fue encontrado dos días después por los servicios de emergencia.

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La Oficina del Médico Forense indicó que Gabriel tenía además del cráneo roto, varias costillas y moretones por todo el cuerpo.

Los maltratos eran diarios. El niño no tuvo un hogar fijo y pasó en distintas casas de familiares porque su madre no lo quería. Según informes de familiares, al nacer lo dejó abandonado en el hospital hasta que sus abuelos fueron a su rescate.

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En el 2012 todo empeoró. Su madre, Pearl Sinthia Fernández, decidió llevarlo a vivir con ella, su novio, Isauro Aguirre, y sus dos hermanos, para recibir prestaciones sociales del estado.

El caso de Gabriel Fernandez de 8 años, estremeció a Estados Unidos y con su muerte comenzaron a relucir varias irregularidades y deficiencias existentes en el Departamento de Servicios Infantiles y Familiares.

La madre fue condenada a cadena perpetua. El padrastro luego de declararse culpable, espera por la pena de muerte

Durante el juicio, la Fiscalía aseguró que Aguirre, de 1.88 metros de estatura y 122,5 kilos de peso, golpeó, pateó y estrelló la cabeza del menor contra una pared hasta llevarlo a la muerte porque pensaba que era homosexual.

Los hermanos de Gabriel testificaron a puerta cerrada por ser menores y confirmaron que el niño era forzado a comer excrementos de gato por no limpiar la casa, era encerrado en un mueble sin comida o permiso para ir al baño.

El caso inspiró una producción de Netflix

Netflix presenta un minucioso y documentado relato de lo sucedido, titulado “The Trials of Gabriel Fernández”, producida por Brian Knappenberger.

El documental tiene seis episodios y retrata los hechos desde su muerte hasta el juicio.

También cuenta que el Departamento de Servicios Infantiles y Familiares ignoraron las veces que se les advirtió que el pequeño estaba siendo maltratado y prueba de ello es la denuncia que hizo la maestra del pequeño Gabriel Fernández, quien recibió varias preguntas en clases: "¿Es normal que las mamás golpeen a sus hijos?", “¿Es normal que sangres?”. (I)