Este lunes llegaron a su fin los seis días que dura la Diablada Pillareña al comienzo de cada año, que concita la presencia de miles de turistas nacionales e incluso extranjeros, que llegan para compartir la alegría y algarabía que encierran los sanjuanitos, tonadas y pasacalles, entonados por las bandas de pueblo con las que bailan diablos, guarichas (hombres vestidos de mujeres), capariches (barrenderos) e incluso chorizos, quienes lucen coloridos trajes y caretas.