Viajar en el Día de Acción de Gracias en Estados Unidos siempre puede ser una pesadilla, pero este año será particularmente complicado debido a las fuertes nevadas y vientos huracanados que han azotado el país la víspera de este importante feriado.

Se estima que cerca de 55 millones de personas viajan por tierra o aire durante este fin de semana largo, pero varias carreteras en el oeste y Medio Oeste fueron bloqueadas por la nieve, mientras que cientos de vuelos fueron cancelados.

A eso se le suman las casi 300.000 personas que quedaron sin electricidad en cinco estados debido a las tormentas y los fuertes vientos, incluyendo Michigan, Ohio y Wisconsin, según el sitio especializado poweroutages.us.

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Y en Nueva York, el viento podría obligar a los organizadores a dejar en tierra los globos gigantes del tradicional desfile de Acción de Gracias previsto para el jueves por la mañana.

"Un evento meteorológico extremadamente activo va a atravesar gran parte de Estados Unidos", advirtieron los servicios meteorológicos (NWS) en un boletín de alerta.

En Denver, en el estado de Colorado, donde el martes cayeron 30 centímetros de nieve, se cancelaron cerca de 500 vuelos y otros tantos sufrieron retrasos, lo que obligó a un millar de pasajeros a dormir en el aeropuerto el lunes por la noche.

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El vuelo de Sonya Washington hacia Atlanta, previsto para la noche del lunes, se retrasó 10 horas antes de ser cancelado. El siguiente vuelo directo a su destino sale el jueves por la noche. Para entonces, "Acción de Gracias ya habrá pasado", dijo al Denver Post.

La nevada, que golpeó también en Wyoming, se dirigía hacia la región de los Grandes Lagos en el centro de los Estados Unidos.

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En el sur de Oregón y el norte de California, las autoridades advirtieron a la población de una posible "bomba ciclónica", un aumento rápido de la presión del aire en el corazón de una tormenta que provoca vientos violentos.

Condiciones "difíciles o imposibles" 

En el lago Tahoe, en el estado de Nevada, las rachas de viento llegaron a los 155 km/h, la misma que la de un huracán de categoría 2.

El noroeste estadounidense no había sido golpeado por una tormenta tan poderosa desde 1962, dijo Marc Spilde del NWS.

"Esta tormenta amenaza con traer lluvia y nieve de montaña a gran parte de California, incluyendo lugares como San Francisco y Sacramento, lugares que se salvaron en gran medida de la lluvia de la semana pasada", señaló por su parte el meteorólogo principal de Accuweather, Brian Thompson.

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El NWS indicó además que, aunque se espera que las dos tormentas se debiliten entre miércoles y jueves, los viajes se verán afectados durante el fin de semana festivo.

El mal tiempo y las condiciones climáticas también han forzado el cierre de las principales rutas de viaje, incluyendo la Interestatal 5, la principal vía de Oregón a California.

Automovilistas indicaron haber quedado atrapados por horas en el camino durante la noche, y algunos incluso tuvieron que dormir en sus autos.

El NWS advirtió que esperaba en Arizona condiciones de viaje "difíciles o imposibles" desde el jueves por la tarde hasta el viernes por la mañana. También alertó sobre el potencial de inundaciones repentinas en el sur de California durante el Día de Acción de Gracias debido a las fuertes lluvias.

Con todo, muchos niños aprovecharon el día de nieve para salir a jugar con trineos.

El último invierno, el norte de Estados Unidos sufrió una ola de frío durante la que se registraron temperaturas mínimas récord que, solo en la última semana de enero, provocó 20 muertos. (I)