Una nueva filtración puso a temblar el Vaticano, esta vez, la revista l'Espresso dio a conocer que la justicia vaticana investiga la compra de un edificio de lujo en Londres que habría sido financiada por donaciones de la Iglesia.

Esta investigación se inició en el verano y provocó la renuncia del jefe de la gendarmería vaticana.

El semanario publicó una orden judicial donde se habla de "indicios serios de malversación, fraude, abuso de función y lavado de dinero".

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El 1 de octubre, la justicia vaticana confiscó documentos en las oficinas de la Secretaría de Estado, el corazón del gobierno del Vaticano, y de la Autoridad de Información Financiera (AIF). Cinco personas, incluido el número dos de esta autoridad antilavado de dinero y un prelado, fueron "suspendidos por precaución" de sus funciones como parte de la investigación, lo que se filtró a L'Espresso.

En la mira de los investigadores --según la revista-- figuran 650 millones de euros de fondos puestos a disposición de la Secretaría de Estado que "provienen en su mayor parte de las donaciones recibidas por el Santo Padre para obras de caridad y el funcionamiento de la Curia romana". 

En agosto pasado, el papa Francisco renovó los estatutos del IOR en donde se estableció que la revisión de las cuentas lo hará un externo (I)