La cantidad de migrantes venezolanos ha desbordado la capacidad asistencial en la ciudad, según las autoridades locales, y por ello plantearon al Gobierno Nacional que se declare una emergencia migratoria.

El oficio con el proyecto se envió el pasado 12 de agosto y aún esperan una respuesta.

Según datos oficiales, se estima que en Cuenca viven unos 12.000 venezolanos, de los cuales el 75% no tendría un estatus migratorio legal.

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Édgar Orellana, director de la Casa Municipal del Migrante, explicó que la atención se desbordó en el hospedaje diario que se brinda en la Posada San Francisco (dirigida desde la curia), donde cada mes acogen de manera rotativa a 50 migrantes y semanalmente alimentan a otros 300.

Según el alcalde de Cuenca, Pedro Palacios, “ya no dan abasto” para apoyar las necesidades básicas de los migrantes venezolanos y por eso pidió al presidente de la República el desembolso de $ 3’800.000 para generar proyectos de asistencia inicial con medicamentos y alimentación.

Indicó que cuando un extranjero planea quedarse permanentemente, es necesario tomar esas medidas, pues se podrían generar “más actos delictivos o que se incremente la cantidad de niños mendigos”.

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El venezolano Yosbreiker Sánchez, de 25 años, llegó a Cuenca en agosto pasado. Alquila un departamento en el sector de la Feria Libre. El costo del arriendo es de $ 250 y lo paga con algunos amigos. Es vendedor ambulante y ya no piensa regresar a su país, pese a manifestar que en Ecuador “la vida es muy cara”.

Aún no se registró en el censo solicitado por el Gobierno Nacional, pero dice que lo hará en los próximos días.

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Sobre el pedido del cabildo, el viceministro de Movilidad Humana, Carlos Velástegui, recordó que la semana pasada extendieron hasta finales de octubre una emergencia nacional, lo que permitirá atender el flujo de venezolanos migrantes, pero desconoce en qué estado está el trámite del alcalde y si le podrán asignar el dinero. (I)