Un migrante salvadoreño y su hija de 1 año y dos meses murieron ahogados cuando fueron arrastrados por la corriente del Río Bravo, en el estado mexicano de Tamaulipas, mientras intentaban llegar a Estados Unidos.

Este martes se hizo viral una fotografía en la que se ve a un padre y a su bebé muertos en la orilla de Río Bravo (Río Grande en Estados Unidos), que divide una zona entre Estados Unidos y México. 

Eran los cuerpos de un salvadoreño de 25 años, Óscar Martínez,  y su hija de un año y 11 meses, los cuales fueron encontrados en el río, en Matamoros, Tamaulipas, México. 

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Tania Avalos, esposa de Martínez y madre de la bebé, sobrevivió y contó que intentaron cruzar el río el domingo y cuando la pequeña se soltó de los brazos de su padre este fue por ella y la corriente se los llevó a ambos. 

Avalos añadió que intentaron cruzar el río porque querían entregarse a las autoridades de Estados Unidos ante la lentitud de la solicitud de asilo registrada desde México, según medios mexicanos.

La joven migrante dijo que tenían dos meses de espera en un campamento ubicado en el puente Puerta México, soportando temperaturas de hasta 45 grados centígrados y al no tener respuesta, entraron en desesperación y decidieron partir y cruzar el correntoso río con cocodrilos y que ya ha cobrado numerosas vidas de migrantes.

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Las muertes se suman a las de dos bebés, un infante y una mujer, quienes fueron encontrados sin vida cerca de la frontera  bajo un calor abrasador, en lo que podría ser un preámbulo de lo que el verano podría dejar, en momentos en que números nunca antes vistos de familias migrantes intentan llegar a Estados Unidos.

Más víctimas

Las autoridades creen que los cuatro llevaban muertos varios días antes de que sus cuerpos fueran descubiertos el pasado domingo en el Valle del Río Grande. No se han dado a conocer detalles sobre la relación entre las víctimas.

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Las cuatro víctimas perecieron a causa del calor después de vadear el río, dijo un funcionario policial familiarizado con la investigación, y que habló bajo condición de anonimato a falta de autorización para discutir el tema de manera pública.

Las familias de migrantes han cruzado la frontera en números sin precedente en los últimos meses, alcanzando su punto más alto durante mayo, cuando fueron detenidos 84.000 adultos y niños que viajaban en grupos familiares. Desde el inicio del año, casi 500.000 migrantes han sido aprehendidos en la frontera, dejando como resultado el hacinamiento en los centros de detención de Estados Unidos.

El año pasado se registraron 283 muertes de migrantes en los 3.200 kilómetros (2.000 millas) de la frontera. No se ha dado a conocer hasta el momento el número de decesos en lo que va del año.

Se cree que tres niños y un adulto procedentes de Honduras fallecieron después de que su balsa se volteó en el Río Grande en abril pasado. Habían considerado solicitar asilo pero se frustraron por la larga lista de espera para cruzar a Estados Unidos, de acuerdo con el director de un albergue que conoció a la familia.

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Una niña de 6 años procedente de la India fue encontrada sin vida debido al calor extremo en Arizona a principios de este mes, y siete personas que se cree eran migrantes murieron junto a canales de irrigación paralelos a los muros fronterizos cerca de El Paso. El año pasado murieron 11 personas en condiciones similares.

El portavoz de la Patrulla Fronteriza Ramiro Cordero dijo que en años anteriores se desplegaba a agentes cerca de las canaletas y escuchaban los gritos de ayuda de los inmigrantes. Pero este año realizan otras tareas debido al gran número de personas que llegan a la frontera, algunas de ellas en mal estado de salud.

“Desafortunadamente, debido a la llegada de tantos foráneos ilegales y la necesidad de enviar agentes a realizar otras labores, como traslado y escoltas hospitalarias, no hay muchos agentes que estén disponibles para escuchar los gritos de ayuda”, dijo en un comunicado.

El gobierno del presidente Donald Trump también ha sido duramente criticado por quienes creen que ha asumido una postura demasiado estricta con los voluntarios que ayudan a los inmigrantes al dejarles envases con agua en el desierto y proporcionándoles asistencia médica.

El Departamento de Justicia procesó a un voluntario del grupo de ayuda No More Deaths (No más muertes) por cargos de conspiración por darles agua, alimentos y hospedaje a dos migrantes el año pasado. El acusado enfrentaba hasta 20 años de prisión, pero el caso culminó en un juicio nulo a principios de este mes, después de que el jurado no pudo alcanzar un veredicto.

Penurias en cárceles

Los inmigrantes que cruzan la frontera y se entregan a las autoridades están pasando sus propios problemas y riesgos bajo custodia del gobierno. Desde finales del año pasado han muerto cinco niños después de ser detenidos por las autoridades de inmigración, y decenas de jóvenes fueron encontrados la semana pasada en condiciones insalubres dentro de una estación de la Patrulla Fronteriza cerca de El Paso. El gobierno transfirió el lunes a la mayoría de los niños a otras instalaciones.

Las autoridades señalan que el clima es uno de los factores en los decesos recientes.

Nevadas inusuales en las Montañas Rocallosas envían más agua hacia el Río Grande y los canales adyacentes, creando aguas engañosamente rápidas. Los agentes fronterizos señalan que rescatan a migrantes del río prácticamente a diario.

Agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP por sus iniciales en inglés) han respondido a 3.330 emergencias de rescate desde el inicio del año fiscal, el 1 de octubre. Esas cifras a menudo aumentan en los próximos meses, conforme se incrementan las temperaturas.

Durante el año fiscal anterior, las cuadrillas de rescate de la CBP respondieron a más de 4.300 emergencias.

Los canales de riego cerca de El Paso lucen calmados en la superficie y parecen fáciles de cruzar, pero su forma de “V” causa una rápida corriente de fondo que dificulta salir de ahí.

“No se dan cuenta de que una vez que llegan ahí pueden perder el paso. Hay muchos obstáculos, hay muchos escombros en los canales y están las compuertas”, que pueden atrapar a las personas, dijo el capitán Kris Menendez, director del Equipo de Rescate Acuático del condado de El Paso.

El equipo entrenaba el pasado 11 de junio cerca de una compuerta cuando uno de los bomberos vio un cuerpo en el agua. Una vez que ingresaron al agua, se dieron cuenta que había dos cuerpos — el de una niña de edad preescolar y el de un hombre de 30 años.

Los nombres de los cuatro fallecidos en el Valle del Río Grande no fueron dados a conocer por el momento y las autoridades intentan determinar su país de origen. Los cadáveres fueron localizados en las inmediaciones de un parque aledaño al río en la ciudad de Mission, dijo el sargento del departamento de policía del condado de Hidalgo, Frank Medrano.

El FBI está a cargo de la investigación debido a que el parque se ubica en terreno federal.

Medrano dijo que el área es utilizada frecuentemente por los migrantes que ingresan ilegalmente al país.

“Es una ruta conocida porque está muy cerca de la frontera”, señaló. (I)