La constructora China International Water & Electric (CWE) llevaba seis días construyendo la hidroeléctrica Toachi-Pilatón cuando contrató el servicio de transporte de carga con una empresa que no tenía camiones. Le pagó $ 297.000.

La compañía contratada, Cambioil S. A., recibió el dinero diez días después de que Eduardo Acosta Rivera asumiera como su representante legal. Él es primo hermano del entonces ministro de Finanzas, Patricio Rivera.

Ambos son muy cercanos. Acosta Rivera fue nombrado asesor de la Unidad de Análisis Financiero y Económico (UAFE) en 2016, pocas semanas después de que esta institución pasara a depender del Ministerio Coordinador de la Política Económica, que en ese entonces estaba al mando de Patricio Rivera.

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CWE había obtenido un contrato de $ 240 millones para construir Toachi-Pilatón ofreciendo financiamiento de China. Ese dinero nunca llegó, pero la obra se salvó gracias al Banco del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (Biess). En mayo del 2011 se concretó esta inversión del Biess y el 26 arrancaron los trabajos. El 1 de junio CWE contrató a Cambioil para que dé el servicio de transporte de carga. El dueño de esta compañía, Manuel Jácome Peña, dio una copia del contrato a EL UNIVERSO, la semana pasada.

Jácome es un contador que trabajó para el operador político César Mancheno Vargas y su exesposa Olinka Vélez Rodríguez, quien aportó a la campaña de Irina Cabezas para asambleísta de Alianza PAIS (AP), en 2009.

Jácome explicó que Cambioil no tenía camiones y que para dar el servicio a CWE subcontrató a la firma guayaquileña Elitec S. A. Sin embargo, esta compañía, que se dedicaba a la importación de vinos, se disolvió en 2009. Jácome ofreció entregar el convenio con Elitec, pero no lo hizo hasta el cierre de esta edición.

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Sí dio copias de las facturas que Cambioil emitió a CWE por $ 300.000 y de las actas de recepción del servicio. Esos documentos tienen fecha 5 de septiembre de 2011.

Dos semanas después, el 20, Acosta Rivera fue nombrado gerente y representante legal de Cambioil. El pago ingresó a una cuenta de la compañía el 30 de septiembre, según puntualizó Jácome.

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Por esa cuenta bancaria, el primo del exministro denunció a Jácome en junio del 2012.

Acosta Rivera indicó en la acusación que el contador le propuso ser representante ad honorem de Cambioil y que aceptó porque tenían ocho años de amistad. Lo que no sabía, añadió, es que existía esa cuenta. “(Jácome) abusó de mi confianza y ha utilizado mi nombre y falsificado mi firma para apropiarse del dinero”, aseguró en su denuncia.

En una entrevista con EL UNIVERSO, ambos señalaron que todo fue un malentendido y que no hubo falsificación ni perjuicio. Relataron que Acosta Rivera entró a Cambioil porque es un experto en seguridad y la empresa iba a dar ese tipo de servicios, pero que el negocio no se concretó.

Los dos negaron, además, que el primo del exministro se haya beneficiado del dinero proveniente de CWE. Acosta Rivera argumentó que el pago fue por el contrato que se firmó tres meses antes de que él representara a Cambioil. “El hecho de que Patricio sea mi primo no debe dar cabida a malas interpretaciones”, señaló.

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Este Diario pidió una entrevista con CWE y consultó a Patricio Rivera por correo, pero no recibió respuestas.

Debido a las revelaciones de los Papeles de Panamá publicadas por este Diario en 2016, el Servicio de Rentas Internas (SRI) sancionó a CWE por subcontrataciones sin sustento en Toachi-Pilatón.

Una auditoría tributaria cuestionó dos contratos que CWE firmó con la consultora De Calidad Hispania S. L. por $ 13,8 millones. El primero se suscribió el 1 de junio de 2011 y el otro, dos meses después.

Según los auditores, CWE no pudo demostrar que sí recibió el servicio, pese a que presentó los contratos, informes, facturas y liquidaciones de compra.

Este reportaje se realizó con el apoyo de la Iniciativa para el Periodismo de Investigación en las Américas, impulsado por el Centro Internacional para Periodistas y Connectas.

Las empresas fantasmas

Cambioil no es el único negocio del contador Manuel Jácome Peña, de 49 años. Tanto su RUC personal como el de otra de sus empresas, Tecnativa del Ecuador S. A., están registrados con el nombre comercial de Workcomti S. A.

En 2016, el SRI encontró una empresa fantasma llamada Workcomti S. A., que había facturado $ 15,4 millones. De acuerdo con el análisis realizado por este Diario, CWE y China CAMC Engineering constan entre sus supuestos clientes, con facturas por $481.000.

Jácome aseguró que esto era solo una coincidencia. Indicó que escogió ese nombre comercial para dar la idea de “trabajo contingente”, (Workcomti).

Contó que un empleado suyo, que supervisaba una obra en la Amazonía, justificó unos gastos con facturas de la empresa fantasma Workcomti y que por ello la Fiscalía le pidió información hace tres semanas dentro de una indagación.

En los registros de la Superintendencia de Compañías, quien aparece como presidente de Workcomti registra juicios por robo y drogas. Su hermana contó que está preso desde hace dos años. “Mi hermano no pudo firmar nada… Es una persona enferma”, señaló.

Los supuestos dueños de Workcomti son Roberto Rosendo Rodríguez Balda y Óscar Daniel Gaibor Méndez. Este Diario no pudo contactarlos. Sus nombres aparecen en siete empresas fantasmas.

Entre ellas está Antologroup S. A., creada por el comerciante Lizandro Velasco. Él indicó que cerró esa compañía y que su firma fue falsificada para reactivarla.

A una de sus empleadas, Érika Vera, le pasó algo similar. Ella consta en el historial societario de Rivieracorp C. A., que pertenece a Olinka Vélez, la financista de AP que fue cliente de Jácome. Él llevó la contabilidad de esa compañía.

Al revisar los papeles que la asocian a Rivieracorp, Vera comentó: “Estoy sorprendida porque no he firmado esos documentos. Ni idea de que he tenido una empresa”.

Los registros muestran que compró acciones de Rivieracorp en noviembre del 2008.

El 15 de ese mes, se designó presidenta a Olinka Vélez, según el registro de la Superintendencia.

Vélez dijo que no conoce a Érika Vera y que compró Rivieracorp en 2009 a una amiga abogada. Consideró que su designación como presidenta un año antes debe ser un error en el registro de la Superintendencia. Poco después de adquirir Rivieracorp, relató, tuvo que dejar la administración por problemas de salud y se la encargó a Jácome.

Una red de empresas fantasmas

La empresa fantasma Workcomti S. A., cuyo nombre coincide con el nombre comercial de Manuel Jácome Peña, es parte de una red de 34 empresas fantasmas que facturó $ 18,2 millones a contratistas chinas. Estas sociedades comparten socios y administradores o coinciden en la dirección y teléfonos de contacto.

La Policía encontró una chequera de Workcomti S. A. en una casa allanada dentro de un caso de posible fraude tributario en contra del contador Jaime Gutiérrez Elvay. Él y otros tres acusados fueron sobreseídos. (I)