La Fiscalía inició una instrucción fiscal de 30 días en contra del párroco de Guápulo (centro nororiental de Quito), quien fue acusado de haber participado en el delito de abuso sexual en contra de dos niñas, de 10 y 14 años de edad.

La audiencia se realizó el domingo pasado, en la Unidad de Flagrancia de Pichincha. Allí se relató que la tarde del sábado 2 de febrero varios vecinos agredieron al sacerdote, tras conocerse que durante las clases de catecismo supuestamente tocó las partes íntimas de una de las dos hermanas, algo que también habría ocurrido con la mayor en días anteriores.

Las niñas contaron lo sucedido a su madre, quien puso la denuncia. Ese testimonio, el parte policial y un informe psicológico son los principales elementos de convicción de la Fiscalía.

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En un video grabado el sábado, en el momento en que el sacerdote es abordado por la policía (y difundido por Teleamazonas), este niega algún tipo de abuso. “No. Yo no estoy diciendo que la niña haya mentido... Lo que pasa es que la niña puede... Solo le hice cosquillas, así es; cosquillitas le hice, como suelo hacer a los guaguas”, dijo ante los uniformados y los vecinos que lo habían ido a buscar para agredirlo.

Tras la audiencia, la jueza Geovanna Palacios dictó prisión preventiva en su contra “para garantizar su comparecencia dentro del juicio”.

Mediante un comunicado público, la Orden Franciscana señaló que el párroco es Néstor Genaro B. C., condenó “estos hechos execrables” y se solidarizó con los familiares. No obstante, en el documento solo se reconoce a una víctima, mientras que en la justicia se procesa la información de las dos hermanas.

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La ministra del Interior, María Paula Romo, informó de la detención del acusado y afirmó, en su cuenta de Twitter, que “sociedad y Estado (están) vigilantes para que se den las más duras sanciones para agresores sexuales”.

La Conferencia Episcopal, hasta el cierre de esta edición, prefirió no pronunciarse.

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Sybel Martínez, dirigente del Grupo Rescate Escolar, pidió al presidente Lenín Moreno que investigue a la “pederastia clerical”, que “debe ser desmontada y sancionada..., caso contrario... niñas, niños y adolescentes seguirán expuestos a este flagelo, tristemente, la gran mayoría lo sufrirá en silencio”.

En Guápulo, los vecinos se encuentran consternados y en la iglesia la atención al público fue interrumpida.

Una de las moradoras, quien pidió no revelar su nombre, expresó su sorpresa, pues “al padre se lo veía tan recto”. Incluso, señaló que era tan serio que “algunos no lo querían por eso”.

Otros no están de acuerdo con la reacción por parte de los familiares, que fueron a buscar al cura en la iglesia, “porque la violencia no es la manera de reclamar las cosas”. Uno de los familiares cercanos a las niñas contó que el párroco también entraba a las casas y se llevaba bien con los vecinos, pues tenía ya varios años en la parroquia. También hay quienes han preferido no hacer comentarios al respecto hasta que la justicia determine si se cometió algún delito en las clases de catecismo del religioso. (I)

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Código Penal

Presunción

Durante la instrucción fiscal, la Fiscalía podría pedir que se aplique el artículo 170 del Código Penal, que señala el delito de abuso sexual.

Caso de menores de edad

La pena es de cinco a siete años de prisión cuando la víctima es menor de 14 años, tiene discapacidad o, a consecuencia de la agresión, sufre una lesión física o daño psicológico permanente.