Los restos del submarino de la Armada Argentina ARA San Juan fueron hallados a 907 m de profundidad por una empresa privada, un año después de que desapareciera en el Atlántico con 44 tripulantes.

La firma Ocean Infinity, una compañía de rastreo geofísico marítimo, fue contratada por el Gobierno argentino luego de que un masivo operativo internacional no lograra hallar rastros de la embarcación en los meses posteriores a su desaparición en el mar argentino.

“Gran parte de lo que suceda de aquí en más lo tiene que resolver la Justicia”, afirmó Óscar Aguad, ministro de Defensa.

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Dicha cartera y la Armada Argentina habían informado durante la madrugada que Ocean Infinity había reportado, “mediante la observación realizada con un ROV (robot submarino) a (más de) 800 metros de profundidad” la identificación positiva de la nave.

El hallazgo se concretó a 907 metros de profundidad, con la posibilidad de que el submarino haya implosionado muy cerca del fondo del mar. Conocidos estos detalles, algunos familiares de los tripulantes desaparecidos exigieron públicamente que la nave sea reflotada.

“Ya sabemos dónde están, queremos (ahora) que los saquen (...) Nos dijeron (desde la Armada) que el descenso (del submarino) fue abrupto” dijo Yolanda Mendiola, mamá del tripulante Leandro Cisneros.

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El ARA San Juan –un submarino alemán TR-17000 de la década de 1980– mantuvo su último contacto con tierra el 15 de noviembre del 2017, cuando reportó que un problema eléctrico había causado un principio de incendio mientras se dirigía a su base.

Los familiares de la tripulación del submarino se expresaron entre el alivio y la angustia por la noticia. “Ahora vamos tras la búsqueda de la verdad. Para nosotros se inicia una nueva etapa”, dijo Jorge Villarreal, papá del tripulante Fernando Villarreal.

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José Villán, jefe del Estado Mayor de la Armada dijo que aún no se puede afirmar ni negar si el submarino podrá ser reflotado.

El portavoz de la Armada argentina, Enrique Balbi, explicó que la visibilidad del profundo mar es “bastante reducida, en un área de cañones submarinos”, y que la nave “podría haber implosionado muy cerca del fondo (del mar). El casco resistente no está partido (...) está abollado hacia adentro” y con varias partes esparcidas. (I)