Militares estadounidenses reforzaban este martes la seguridad en dos de sus más importantes pasos fronterizos, colindantes con la ciudad mexicana de Tijuana, a través de los que cientos de migrantes centroamericanos que partieron hace un mes desde Honduras buscaban entrar para solicitar asilo a ese país.

La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por su sigla en inglés) cerró algunos carriles de acceso vehicular que conectan con la ciudad de San Diego, California, mientras efectivos castrenses instalaban equipos de seguridad al considerar la llegada de estos grupos como un "riesgo potencial".

"El personal del Departamento de Defensa está instalando cables de concertina (púas) y colocando previamente las barreras (de seguridad), barricadas y cercas", dijo el CBP en un comunicado.

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Desde que la multitudinaria caravana inició el 13 de octubre el gobierno de Estados Unidos ha implementado medidas para endurecer tanto sus políticas migratorias como la seguridad en su frontera sur, a donde podrían ir hasta 9.000 soldados para ayudar a la policía fronteriza.

A pesar de las disposiciones, unos 400 migrantes llegaron a la zona este martes para solicitar asilo en Estados Unidos, dijo un testigo. Grupos más grandes continuarían arribando en los próximos días, añadieron organizaciones de derechos humanos.

El pasado viernes, el presidente estadounidense, Donald Trump, firmó un decreto que suspenderá hasta por 90 días el asilo a los inmigrantes indocumentados que crucen la frontera desde México, mientras que Naciones Unidas instó a garantizar la protección de quienes huyen de la violencia en sus países.

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Trump ordenó el despliegue militar antes de las elecciones de medio término, una medida que los críticos vieron como un truco político para movilizar a su base conservadora.

"Yo prefiero estar en detención en Estados Unidos que volver a mi país donde sé que me van a matar por ser diferente", dijo Nelvin Mejía, una transexual que llegó el pasado lunes a Tijuana junto con otras 70 personas que también buscarán asilo en tierra estadounidense. "El mes pasado mataron a mi pareja y no quiero terminar así", agregó.

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Por años, miles de inmigrantes mayormente centroamericanos, se han aventurado en largas travesías por Centroamérica y México para llegar a Estados Unidos. Muchos de ellos mueren en el intento o son secuestrados por grupos del crimen organizado.

La caravana de migrantes partió desde San Pedro Sula, Honduras, el 13 de octubre y ha cubierto más de 1.500 km hasta el momento.

Al menos otras dos caravanas se han conformado desde entonces, desafiando las amenazas de Trump, que ha denunciado que su arribo a Estados Unidos es una 'invasión'.

Los migrantes aún tienen cientos de kilómetros que caminar hacia la frontera y es posible que no lleguen antes del 15 de diciembre, fecha programada de finalización del despliegue militar. Una gran pregunta que el Departamento de Defensa aún tiene que abordar es cuánto costará el despliegue.

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Jim Mattis viajará a frontera con México en medio de despliegue militar por migrantes

El secretario de Defensa Jim Mattis dijo este jueves que visitará la frontera de Estados Unidos y México, donde se han desplegado miles de soldados en servicio activo para ayudar a la policía fronteriza debido a la llegada de una "caravana" de migrantes.

El presidente Donald Trump ordenó el despliegue militar antes de las elecciones de medio término, una medida que los críticos vieron como un truco político para movilizar a su base conservadora.

En declaraciones a periodistas en el Pentágono, Mattis dijo que visitaría la frontera este miércoles.

La caravana de migrantes partió desde San Pedro Sula, Honduras, el 13 de octubre y ha cubierto más de 1.500 km hasta el momento.

Al menos otras dos caravanas se han conformado desde entonces, desafiando las amenazas de Trump, que ha denunciado lo que él llama una "invasión".

Los migrantes aún tienen cientos de kilómetros que caminar hacia la frontera y es posible que no lleguen antes del 15 de diciembre, fecha programada de finalización del despliegue militar.

El Pentágono dijo que Mattis estaría viajando a la frontera por un día y que visitaría McAllen, en el sur de Texas.

Una gran pregunta que el Departamento de Defensa aún tiene que abordar es cuánto costará el despliegue.

La misión podría incluir a 9.000 soldados en servicio activo y de reserva trabajando en o cerca de la frontera. Es por lejos el mayor despliegue que Mattis ha supervisado desde que se convirtió en jefe del Pentágono hace casi dos años.

Dijo que el Pentágono proporcionaría actualizaciones de costos "a medidas que se conozcan".

Mattis ha defendido la decisión de enviar a miles de soldados a la frontera, donde principalmente brindarán apoyo logístico, rechazando las críticas de que la medida fue política. (I)