Nuestras chozas, volcanes, cholas y galápagos son los recuerdos predilectos de franceses, alemanes, norteamericanos y ecuatorianos. Los llevan bordados, tejidos, pintados o esculpidos. Son llamados 'souvenirs' que para los extranjeros se transforman en una memoria de su visita al Mercado Artesanal Guayaquil en Ecuador y en un símbolo de su tierra para los emigrantes.

"No quieren edificios ni grandes monumentos porque de eso ya tienen suficiente en su país", así reflexiona Vanessa Mero, miembro de los más de 600 comerciantes que trabajan allí. Ella empezó hace 18 años en el local 29, ubicado en Loja y Alfredo Baquerizo Moreno, centro de Guayaquil. ¿Qué buscan en una artesanía? Naturaleza y todo aquello que represente la cultura ecuatoriana, desde las chozas de la costa, las montañas de la sierra hasta las iguanas de las islas Galápagos y, por supuesto, las pinturas inspiradas en los cuadros expresionistas de Guayasamín, el recordado artista de origen indígena.

Una pintura que imita la técnica utilizada en la obra 'Ternura' (1989) de Guayasamín compraron los esposos Allen y Rocío Williams porque su hija es una gran admiradora del trabajo del pintor. Llegaron a Guayaquil hace dos semanas desde Joplin, Missouri, Estados Unidos, y es la segunda vez que regresan al Mercado Artesanal porque antes ya adquirieron hamacas y un poncho de tela de alpaca para su nieta Clara, de 6 años.

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Rocío es de Guayaquil y siente placer al regresar a Ecuador después de cinco años para curiosear nuevas artesanías en el mercado, así como el desarrollo urbanístico de la vía a la costa y en el Malecón Simón Bolívar. "Aquí son muy amables, dispuestos a ayudar y hacen rebajas para el turista, nosotros siempre lo recomendamos porque queda en el centro de Guayaquil".

Otros turistas como los franceses prefieren llevar un juego de ajedrez, pero no uno común donde las 16 piezas de cada uno de los dos jugadores son blancas o negras; este es uno de indígenas versus soldados españoles. Vanessa Mero tiene tres tamaños y los vende entre $ 12 y $ 23.

La comerciante vende de todo, desde llaveros a $ 1 hasta pinturas religiosas en óleo sobre lienzo a $ 130. La joven mujer ha observado minuciosamente a los turistas y sus gustos. Por ejemplo, los latinoamericanos son un poco más esotéricos y creen en la suerte, por eso es muy común que lleven una chola de la abundancia, entre $ 3 y $ 20, porque se cree que con ella en casa jamás faltará la buena comida en la mesa; otros, en cambio, eligen las pinturas religiosas, y en época de temblores como el del pasado 6 de septiembre su demanda aumenta, dice convencida Mero, de Artesanías Villanueva.

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También hay turistas musicales que preguntan incluso por Facebook los precios de los instrumentos de Ana Leticia de Aráuz, en el local Folclore Romina. Tiene más de 30 años laborando en el Mercado Artesanal Guayaquil y a insistencia de sus hijas decidió abrirse una cuenta en Facebook. Vende bombos, guitarras, flautas quenas, xilófonos y melódicas que van desde los $ 3 hasta los $ 35. "Yo por lo menos me desenvuelvo un poco con el inglés porque los turistas que vienen son franceses y alemanes".

Los tejidos son otras de las artesanías más solicitadas en el local del otavaleño Segundo Cabascango. Vive en Guayaquil desde hace 55 años y ha sido testigo de los cambios económicos y urbanísticos de la ciudad, pero el que más impactó en sus ventas fue la dolarización decretada el 9 de enero de 2000 por el entonces presidente Jamil Mahuad. Cabascango añora la época del sucre porque, según él, al estar a la par del dólar sus ventas han bajado con relación a las que tenía en los años 90. Eso no ha sido impedimento para que sus tres hijos continúen con su negocio de confección de camisetas con estampados de las Galápagos, Quito y Guayaquil. Hace 32 años era él quien hacía los dibujos a mano, pero ahora su hijo Henry, de 31 años, ha decidido seguir con el oficio en Tejidos Rocío. "Los europeos y el americano, principalmente, prefieren lo que es elaborado a mano, por ejemplo, los tejidos, el bordado, todo lo elaborado a mano ellos aprecian".

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Este mismo proceso se refleja en los trabajos elaborados con paja toquilla del local familiar de Raúl Quille. El sombrero de paja toquilla es la artesanía que más vende, al que le siguen los cestos, bandejas y collares de ese mismo material. Tiene sombreros de grado 2 al 20 que cuestan entre $ 15 y $ 300, los que en su mayoría son llevados por ecuatorianos radicados en Italia, España y Estados Unidos como un recuerdo de su tierra.

Mientras que otros turistas como las holandesas Mariska Vreman y Marlene Zwitser, azafatas de KLM, están encantadas con el trato de los comerciantes hacia los turistas. "No alzan la voz y nos han hecho sentir muy cómodas", dice Mariska. Esta es su segunda vez en el mercado, hace dos años vinieron con algunos de sus colegas y disfrutaron de su amabilidad, un trato que las hizo regresar para ver  las hermosas artesanías de cuero y colchas elaboradas con tela de alpaca del Mercado Artesanal Guayaquil.

  • Datos
  • Horario de atención

Lunes a sábado

09:00-19:00

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Domingos y feriados

10:00-16:00

  • Costo del recorrido

Gratuito

  • Recomendaciones

No se permite el ingreso de vendedores, bebidas, mascotas, armas, fumadores y tampoco bicicletas.