Cuando la televisión aún no entraba de lleno en el mundo de la comunicación, las radioemisoras guayaquileñas tuvieron un papel preponderante en su rol de mantener informada a la comunidad, brindarle entretenimiento adecuado, fomentar su cultura y estimular sus cualidades artísticas. Así, por los concursos de cantantes aficionados, se descubrieron nuevos valores de la interpretación de la música clásica y popular.