Un raído rosario cuelga de dos timbres que están a un costado de la entrada en donde vive Efraín Segarra o Segarrita, a secas, como le dicen sus amigos y conocidos.

A la dueña de casa no le sorprende que eso esté ahí, pues dice que eso lo debe haber puesto alguien que aprecia al hombre, a quien lo define como un ser colaborador, amable y muy educado. Efraín no es alto de estatura, pero la que es su casera desde hace seis años lo ve como alguien “grande” al que lo quieren todos los vecinos.

En El Comercio, Segarrita es conductor desde hace 16 años. Cumplió 60 años en diciembre y es catalogado como una persona que jamás dice no y está pendiente de sus compañeros.

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Cristian, el hijo menor de dos que tiene Efraín y quien es periodista, cuenta que su padre tiene una vocación de servicio y un amor por lo que hace, que llega a tal punto de levantarse a la hora que sea y viajar a donde deba para recoger a un miembro del equipo periodístico con el que irá de cobertura.

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Mónica Mendoza, editora de diario El Comercio, en un plantón en la Plaza de la Independencia, en Quito, reconocía el valor de don Efraín, de quien decía que siempre estaba bien informado e incluso, a momentos, conocía más que los mismos periodistas.

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Al mundo de la conducción ingresó Efraín en el Ministerio de Agricultura. Siendo chofer profesional y teniendo un espíritu aventurero, ha conducido desde motos hasta blindados.

Los dos hijos de Efraín ven en su padre un amigo con quien han compartido desde conciertos de rock en la Concha Acústica del sur de Quito, hasta comprar petardos y tronadores para detonarlos en la entrada de la casa de vecinos y luego salir corriendo por media calle.

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Entre las pasiones que comparte Efraín con sus hijos está la de ser hincha del Deportivo Quito. Aunque Segarrita llegó a los 5 años a Quito desde Pasaje, en El Oro, y se siente un quiteño más, un rastro genético para la preparación de comida del mar lo supera y delata sus orígenes. Según Cristian, su padre prepara unos cebiches, de todo tipo, ‘espectaculares’.

Junto al carácter bonachón y alegre de su padre, Patricio resalta el amor que Efraín tiene por los animales

Dieciséis años junto a equipos periodísticos, en coberturas diarias le han servido a Efraín Segarra no solo para apoyar a periodistas y a fotógrafos, consiguiendo información, grabando audios, tomando fotos o alertando de situaciones, sino también para guiar a su hijo Cristian con consejos claves para el oficio. (I)