El sector de medicina prepagada reporta que hace dos semanas llegaron las primeras facturas de copagos por la atención médica de sus afiliados en las dependencias del Instituto de Seguridad Social (IESS) y del de las Fuerzas Armadas (Issfa).

Esto como parte de la Ley que regula a las compañías de medicina prepagada y que establece que el IESS o el Ministerio de Salud cobre a esas empresas por la atención de los que tienen seguro privado, según el monto contratado.

Patricio Ávila, miembro de la Asociación de Empresas de Medicina Prepagada, afirma que estos copagos afectarán al sector porque incidirán en lo que cancelan por siniestralidad. “Un millón que tenían cobertura de medicina prepagada o un seguro privado de pronto verán un día que ya no lo tienen, que ya cubrieron su cobertura y tienen que ir a demandar esos servicios médicos en el Ministerio de Salud y en el IESS, colapsando aún más al sector público”.

Publicidad

El gremio aún no contabiliza el total de las facturas recibidas del IESS e Issfa. Hay 17 empresas de medicina prepagada que están en liquidación o en causal de disolución, dice Ávila: “En el 2016, diez empresas registraron pérdidas ($ 5’556.758)”.

Ávila considera que la norma es anticonstitucional porque discrimina entre los afiliados al IESS que tienen seguro privado y los que solo tienen el obligatorio: “A unos les consume la póliza privada y a los otros les cubre totalmente”.

Compañías como Inmedical han recibido facturas por la atención de afiliados al Seguro Social Campesino que se atienden en el IESS y que tienen además un plan con la firma.

Publicidad

La utilidad neta del sector en 2016 fue de $ 11,8 millones, según cifras de la Superintendencia de Compañías. “Es imposible que un sector con utilidades por $ 12 millones promedio reciba una carga adicional de $ 70 millones”, advierte Ávila. La cifra de $ 70 millones se deriva, indica Ávila, de lo que tiene previsto cobrar el IESS en su presupuesto por copagos.

Para Roberto Aspiazu, del Comité Empresarial, “la ley fue mal formulada en base a un estudio que confundió ingresos con utilidades”. (I)

IESS e Issfa remitieron las primeras planillas por atención a los afiliados. Hasta fin de año sobrevivirían siete empresas. Hasta fines del 2018 puede colapsar todo el sistema.Patricio Ávila, gerente Ecuasanitas