Desde las 06:00, Lorenzo Ortiz instala su silla para betunar y espera. A veces pasan horas y no llegan clientes que soliciten el brillo para sus zapatos. “En estos días no hay negocio, avanzamos a hacer $ 5, $ 6 y $ 7, y eso trabajando todo el día, ¿y la comida? A veces hasta con $ 4 se pasa el día, $ 0,50 cuesta la betunada”, cuenta en una de esas mañanas de miércoles en que el trabajo ha estado ‘malo’.