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Guerras y creencias
Cuando la guerra religiosa llega a su máxima expresión... no hay espacio para los acuerdos.
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La primera vez que vino a Guayaquil fue hace ocho años. En aquella ocasión, Chevi Muraday se quedó “maravillado” por esta ciudad y su gente. Desde ese entonces ha regresado en unas cinco o seis ocasiones. Ahora se alista para ser parte de varios talleres y presentaciones en el país.
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