Con tecnología robótica y sin rotura de calles se rehabilita el sistema de alcantarillado sanitario de la parroquia Febres Cordero, en el suburbio.

En la intersección de las calles Milagro y Mocache, en el sector de El Cisne 2, la Empresa Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de Guayaquil (Emapag) mostró ayer al alcalde Jaime Nebot el procedimiento de obra, con una cobertura de 325 mil habitantes, según la entidad.

Nebot indicó que un alcantarillado nuevo reemplazará al obsoleto que se instaló a inicios de la década del ochenta. “Ustedes han visto lo que les está pasando: que el agua del Salado por nivel freático infiltra las tuberías del alcantarillado y les quita capacidad y por el mismo nivel freático, el agua contaminada regresa al Salado, entonces es un doble daño”, explicó.

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El proyecto abarca 405 kilómetros y no causará molestias porque no se romperán veredas, calles, agregó.

En un comunicado, el Municipio señaló que hay dos métodos de trabajo: Cipp (curada en sitio) y rehabilitación por Pipe Bursting. Y explicó que el primero usa la tecnología tubería revestida y curada en sitio y es un método que se aplica para corregir defectos u operaciones irregulares en las tuberías. Con el segundo método se reemplaza el tubo existente para pasar un nuevo tubo de alta densidad.

Este contrato atenderá 8.055 conexiones domiciliarias en La Chala; 2.129 en el Guasmo y centro; 3.185 en la Trinitaria; 3.890 en el Guasmo 1, centro y oeste 1; y 2.704 en el Guasmo 2. (I)