El nuevo vicepresidente de Venezuela, Tareck El Aissami, potencial sucesor de Nicolás Maduro si el mandato del presidente fuera revocado, es un abogado de 42 años de origen sirio que se describe a sí mismo como “radicalmente chavista”.

Nombrado el miércoles por Maduro, El Aissami prometió trabajar para llevar al chavismo a un reencuentro “con el pueblo” y defender a toda costa el ‘legado’ del fallecido Hugo Chávez.

“Tenemos que seguir recuperando lo que Chávez nos enseñó: gobernar obedeciendo al pueblo (...), es el socialismo la vía para la salvación de la patria, no el capitalismo, no es la burguesía, no es la derecha terrorista y criminal”, aseguró.

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El Aissami, uno de los hombres más poderosos del chavismo, es sospechoso de estar vinculado con el tráfico de drogas.

Su gestión al frente de la seguridad del país es una de las más polémicas, mientras estuvo a cargo más de 50 mil personas fueron asesinadas. En 2015 The Wall Street Journal publicó sobre una investigación en EE.UU. de los supuestos nexos de la cúpula gobernante de Venezuela con el narcotráfico, entre ellos mencionó a El Aissami, entonces gobernador de Aragua, según infobae.com. (I)