Cuenta la historia que la mayor ilusión de Gepetto, un carpintero fabricante de marionetas, era tener a su lado un niño de verdad. Es por eso que una noche, luego de crear a Pinocho, su última marioneta, le pidió a una estrella que brillaba en el cielo que su sueño se hiciera realidad. Un hada le cumple el deseo dándole vida al muñeco y encargándolo a un grillo llamado Pepe, quien sería su conciencia.