En una balsa de guadúa un grupo de artistas de circo que navega por un río cambia su itinerario luego de un accidente. Con rostros llenos de angustias y miradas sin horizonte tras lo sucedido, llegan a un sitio donde habitan campesinos, quienes les ofrecen su guadual para pasar la noche.

En otra escena, demostrando equilibrio y exactitud en sus movimientos, tres artistas personifican un gallo que aparece en un escenario iluminado con luces tenues y en un entorno natural, después se unen con otros elementos rústicos que simulan el campo, como la paja. Frente a los artistas está el público, alrededor de 100 personas aplaudiendo emocionadas. Son los invitados al ensayo general del teatro circo Guadual, una producción del Teatro Sánchez Aguilar en coproducción con el Festival Grec de España, que se realizó en la sala principal el pasado martes 31 de mayo. Esta actividad incluyó al inicio un simulacro de incendio que se desarrolló en orden y con éxito.

El teatro circo se estrena hoy, jueves 2 de junio, y las funciones serán hasta el 19 de este mes.

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“Es la primera vez que una producción del teatro nace con miras internacionales, en julio se va a Barcelona (España) a presentar el espectáculo. Arrancamos el año pasado, ha sido un poco un sueño, pensamos en el circo como una de las artes escénicas a poner en el escenario, hemos tenido circos de Argentina, Colombia y Canadá y era el momento en que nos queríamos lanzar”, manifiesta Ramón Barranco, director artístico del teatro Sánchez Aguilar, quien agrega que el proyecto arrancó en noviembre del 2014.

De la dramaturgia y dirección está a cargo Leandro Mendoza, artista, técnico y constructor de circo, que inició su formación en la Escuela de Circo Criollo de los Hermanos Videla de Buenos Aires y se complementó con cursos de maestros y artistas de extensa trayectoria en el circo clásico como Pablito Ortanei, Mario Pérez y José Machete. Es especialista en malabares, acrobacia y bicicleta acrobática, ha participado en numerosos espectáculos, el año pasado presentó en el teatro su obra Pals, de su compañía Cíclicus.

El trabajo Guadual muestra 17 escenas en tres actos: el primero es la trama de los artistas circenses que van buscando un lugar luego de un accidente y se encuentran con gente de campo, oriundos del Litoral ecuatoriano, el segundo presenta “la reflexión que hacen los artistas de circo y los montubios, cómo ellos los acogen en su casa, y el tercero es en el que terminan entre todos haciendo un espectáculo de circo”, dice Mendoza. La obra es fuera de lo tradicional, se trata de una puesta humana de emoción y que transmite desde la corporalidad una historia que “casi se empezó a escribir cuando fueron a visitar a unos campesinos para conocer el guadual,” como parte de la preparación de la producción, señala.

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Los elementos de la escenografía son de materiales naturales, de campo, caña guadúa, fardos de paja, cuerda y cabuya. Algo que llama mucho la atención en la obra es ver un fuelle (como un acordeón), una estructura que lleva trece guadúas de 7 metros y medios. “Es una metáfora de una carpa de circo y sin lona”, sostiene Mendoza. En esta base realizan aéreos.

Otro de los elementos son los fardos, en arquitectura se llaman vigas recíprocas; es un entramado que genera una geometría que permite hacer equilibrio.

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Valeria Andrade, una estudiante de arquitectura que estaba entre los asistentes del ensayo general, manifestó que le gustó como hicieron un buen uso de la caña guadúa en la escenografía.

Las técnicas de circo en las puestas de escena son acrobacias, aéreos, cintas, cuerdas, mástiles, malabares y verticales. El elenco de los artistas, quienes durante la obra visten con trajes rústicos, lo integran Byron Antonio Malquin Castillo, José Cuenca , Mario Sánchez , Jorge Luis Hidalgo, Chistian Saruez Padilla, Margarita Mawyin, Priscila Aguilera (cantante, voz principal) , Alexander Gómez y Luis Cajia. Los acompañan los músicos Marcel Ferrer (cuerdas) y Jordy Burgos (cuerdas y vientos). Fueron seleccionados en una convocatoria que se realizó el año pasado. “Asistieron casi 30 personas que se presentaron a un taller, que fue tipo casting”, comenta Barranco.

El grupo es heterogéneo, la mayoría son artistas jóvenes que se prepararon en el exterior. “Me emociona, yo creo que va a sorprender mucho, aquí no hay una escuela de circo, en algunos de los casos que tenemos en el elenco se han formado entre Perú y Brasil, otros han estado en Francia, han aprendido como han podido”, dice Barranco.

“Nunca se había hecho producciones de circo aquí, como cualquier primera experiencia uno tiene que tener mucha capacidad de adaptación”, comenta Mendoza.

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Priscila Aguilera, cantante y además quien participa en algunas acrobacias en la obra, interpreta a Mirla, una artista que se enamora de un campesino. Para el fuerte entrenamiento que se requiere tomó clases de aerodanza. “Estoy preparándome desde finales de marzo. Es la primera vez que participo en un circo teatral, es una experiencia totalmente diferente, he estado en ocho musicales de obras teatrales, pero nada se compara”, señala.

Margarita Mawyin ha estudiado danza aérea y acrobacias, pero nunca había sido parte de un circo. “Es un honor estar aquí”, manifiesta.

Byron Malquin y José Cuenca son de Loja y viven en Cuenca, trabajan en dúo en acrobacias aéreas, de piso y baile, llevan doce años juntos en circo, empezaron como gimnastas olímpicos, luego fueron a estudiar a escuelas de Brasil, Colombia, Australia, Alemania y Suiza. “Queremos representar a nuestro país en el exterior”, dice con entusiasmo José.

Jorge Hidalgo es de Ambato y vive en Quito, proviene del circo social, hacía espectáculos callejeros. En la obra hace la parte cómica, es un clon. “Llevo alegría para unir los montubios y el grupo de artistas circenses”, explica.

Alexander Gómez , de 24 años, acróbata y malabarista, esperaba con ansias un circo local. Lleva unos ocho años de artista, empezó en la calle haciendo malabarismos, después viajó por países de Sudamérica, aprovechando cada oportunidad que tenía para capacitarse.

“Estar en el teatro circo es un sueño hecho realidad, muchos esperábamos esto”, expresa Christian Padilla , quien es base, es decir que sostiene a otros en la obra y también es malabarista. “Mi relación con el circo empezó practicando malabarismo y luego monociclo más como deporte, me involucré un poco y fui aprendiendo y es un buen recurso”.

Mario Sánchez, de 28 años, desarrolla durante la obra una técnica con un aro, es como una danza moderna contemporánea, él es chileno, pero está radicado aquí hace cinco años.

La producción es vista con mucho optimismo por Luis Miguel Cajiao Oviedo, acróbata y bailarín , de 29 años. Él llegó al país después de estar preparándose varios años en artes escénicas con especialización en circo, en Francia. “Es una propuesta interesante que se produzcan en el país ahora que estamos en un momento que la cultura se está desarrollando”, dice y sonríe.

Las demostraciones de los artistas, que es el resultado de un arduo entrenamiento que duró alrededor de tres meses, va acompañada de sonidos reales de aves, composiciones musicales con instrumentos de viento, cuerdas y otros elementos que destacan el folclor y salen de lo tradicional. “Algo nuevo que estamos viendo es la música orgánica, por ejemplo, de una botella armas un güiro”, manifiesta Jordy.

María Eugenia Villegas, de 59 años, quien estaba entre los espectadores del ensayo, se mostró asombrada del trabajo musical. “Es muy original, destacan lo nuestro, nuestros orígenes, el folclor, apasiona”, asegura.

Barranco indica que tienen pensado este año, además, presentar el teatro circo en Quito y Brasil. Comenta que ya tienen una invitación para ir a Buenos Aires, Argentina, en el 2017. La finalidad, según afirma, es que continúe el proyecto. “Es complejo mantener a todo el grupo unido, pero esa es la idea, los chicos ya saben las fechas, de alguna forma lo tienen prevista, hasta que todo se materializa y queremos que se mantenga en el tiempo y poder verlo incluso nuevamente en el teatro”, puntualiza Barranco.

La obra dura unos 90 minutos. Las entradas cuestan $ 55 (vip), $ 45 (platea A), $ 33 (platea B), $ 22 (Platea C). (E)

Me encanta, es una demostración de originalidad y además identidad. Me gustó todo, los materiales en la escenografía, la interpretación de los personajes y la música”.Valeria Andrade, Asistente del ensayo general.