En el 2013, la calificación C otorgada por el Consejo de Evaluación, Acreditación y Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior (Ceaaces) dejó un sabor de “injusticia” entre la comunidad universitaria, integrada por 6.000 alumnos.

Desde directivos hasta estudiantes de la Universidad de Especialidades Espíritu Santo (UEES) asimilaron esa calificación hace tres años como que no correspondía “al valor real” del centro de estudios, dice el rector, Joaquín Hernández.

Desde ese año, basado en un plan de mejoramiento y enfocándose en las debilidades descubiertas en la calificación anterior, trabajaron en un plan para llegar a la categoría A, un logro que fue anunciado la semana pasada y que compartieron con las universidades públicas de Cuenca y la Escuela Superior Politécnica del Ejército (ESPE).

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Plantilla docente, número de publicaciones indexadas, tasas de eficiencia terminal y apertura de entornos de aprendizaje fueron algunas de las debilidades en las que trabajó un equipo de diez docentes para reforzarlas y replicarlas en el resto de los colaboradores.

“Se encargaron de organizar, sistematizar y soportar con evidencia toda la información, guardándola en los formatos solicitados”, dice Hernández como “clave” del proceso.

Durante una semana, en diciembre pasado, miembros del Ceaaces llegaron a la universidad para inspeccionar y verificar cada uno de los estándares calificados. En detalle, las calificaciones aún se desconocen, cuenta Hernández.

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Sin embargo, destaca el trabajo esmerado por alinear su plan operativo anual e investigativo con la misión y visión universitaria, todo como un “círculo completo”. Eso motivó a que se logre que toda la plantilla de docentes (233) obtenga maestría.

A ellos se suman otros 50 que cursan doctorados en el exterior.

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Las investigaciones científicas, resalta, fueron incentivadas entre los docentes y entre 2013 y 2015 lograron triplicar las publicaciones en revistas.

“El docente de la UEES sabe que no es estricto, sino un investigador”, destaca el rector.

Conjugándose con esa arista, Hernández afirma que ampliaron los espacios de aprendizaje, y se incrementaron en el 45%.

Que los estudiantes se gradúen en el tiempo estipulado, eficiencia terminal para determinar si los alumnos cumplen con el tiempo para culminar la carrera, aumentó en un 15%.

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Hace una semana, la UEES, que tiene su sede en la avenida Samborondón, graduó a un centenar de alumnos.

Desde ya, la frase “Non progredi, regredi est”, (No avanzar, es retroceder) pintada en la plazoleta central del centro universitario, motiva a seguir buscando lograr acreditaciones internacionales e incrementar los convenios con centros extranjeros. (I)

Hemos tenido que ver cuál es la figura actual del docente. El docente no es estrictamente eso, sino un investigador porque tiene que actualizarse y tener contacto con sus alumnos en su camino académico”. Joaquín Hernández, rector UEES