Miguel Luna Suárez, de 53 años, llegó a Guayaquil desde Pallatanga, en la provincia de Chimborazo, para saludar a su madre y desearle un feliz Año Nuevo. Era lo que hacía todos los años, luego de despedir el año viejo y celebrar la quema de monigotes en compañía de su esposa y los hijos de esta.