Ecuador no renunciará a la política de puertas abiertas, aseguró el vicecanciller Xavier Lasso el pasado 26 de noviembre, cuando anunció que se exigirá visado a los ciudadanos provenientes de Cuba.

“No vamos a renunciar a la ciudadanía universal... Ecuador tiene esa utopía, el problema no es la ciudadanía universal, quizá la humanidad va a tener que caminar hacia allá”.

Lasso defendió la medida y puntualizó que es por excepción, pues “si se produce ese drama (tráfico de personas) no podemos quedarnos con las manos cruzadas”.

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El exdiplomático Carlos Estarellas señala que la “ciudadanía universal” que consta en la Constitución es una “aspiración” más que una disposición legal; por tanto, el país es ‘soberano’ para poner visas a los países que desee.

Para el analista internacional Francisco Huerta, “hay que tener cuidado que lo novedoso no termine siendo novelería”, pues si bien resalta que se aspire a la ‘ciudadanía universal’, esto debería ser recíproco con todos los países para que tenga efecto. (I)