Recostado en su hamaca, al pie del muelle El Barquito, en el Malecón de Samborondón, Vicente Arias Parrales, de 86 años, observa animado el ir y venir de pobladores de los distintos recintos ubicados del otro lado del río Vinces. Denota orgullo de recibirlos; asegura que vive en un sitio “elegante y bonito”.