Una velada de color, luces y fantasía es lo que ofrece la obra El bosque encantado, en la que participan cerca de 200 alumnas de las clases regulares y cuerpos de baile de cada una de las seis sedes del Centro Artístico Yesenea Mendoza de Guayaquil y Salinas. Las funciones, que se repetirán hoy hasta el 18, y el 21 y 22 de este mes, se realizan por la clausura del año lectivo. La entrada cuesta $ 25.

Con una fantástica y elaborada escenografía montada en la sala principal del Teatro Centro de Arte, la obra, que combina danza y teatro, traslada a chicos y a grandes a la mágica historia de la Bella durmiente y el origen de la bruja Maléfica, basada en la película del mismo nombre estrenada en el 2014.

La elaboración del decorado ambiente, que tomó diez días, estuvo a cargo del fotógrafo Jorge Madinyá; madres de familia también participaron en el tejido y confección de las flores con fómix.

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La combinación de los coloridos trajes con las luces, humo, efectos de sonido y proyecciones multimedia, de algunas escenas del filme, cautivaron a la asistencia el sábado pasado.

“Todo está muy bonito, me encantan el vestuario, la iluminación y la escenografía muy llamativa, se nota el esfuerzo y la dedicación”, dijo Rosa Yépez, quien asistió para ver la participación de su hija, Alejandra Moreira, de 6 años.

La planificación tomó aproximadamente seis meses; cada centro preparó sus coreografías para finalmente unirlas en los ensayos generales, explicó Yesenea Mendoza, quien estuvo a cargo del guion y producción de la obra. “Llevé a escena este concepto porque es muy humano con un mensaje muy lindo, como es el amor verdadero y cómo este es capaz de transformar”, dijo Yesenea. Momentos conmovedores y aplaudidos por el público fueron las actuaciones de menores con capacidades especiales. “Lo que más me ha llamado la atención es la inclusión, que no es algo muy común ver”, comentó Vinicio Ramírez. (E)