Por segunda vez en menos de una semana, los dos candidatos a la Presidencia de Brasil, la actual mandataria, Dilma Rousseff, y el opositor Aécio Neves, libraron este jueves un debate en tono agresivo, en el que las acusaciones mutuas de corrupción y nepotismo se sumaron a duros ataques y ofensas personales.

Durante el programa transmitido por la red televisiva SBT, Rousseff acusó a Neves de haber practicado nepotismo, al permitir que su hermana Andrea ocupara un cargo de asesora durante el período en que se desempeñó como gobernador de Minas Gerais, entre 2003 y 2010: "Yo nunca nombré a familiares para mi gobierno, me gustaría saber si usted puede decir lo mismo", disparó.

El senador afirmó que su hermana trabajó como su asesora sin recibir remuneración, y luego afirmó que un hermano de la presidenta, Igor Rousseff, fue nombrado para un cargo de la Municipalidad de Belo Horizonte, pero "nunca apareció para trabajar", y concluyó: "La diferencia entre nosotros es que mi hermana trabaja mucho y no recibe nada, y su hermano recibe y no trabaja nada".

Publicidad

En otro momento del debate, la mandataria aludió a la Ley Seca, que prohíbe conducir vehículos bajo el efecto de bebidas alcohólicas, en una alusión indirecta a un incidente ocurrido con Neves en Río de Janeiro, cuando el político se negó a someterse a un examen de alcoholemia en un control policial.

"Candidato, yo desearía saber qué piensa usted de la Ley Seca y si considera que cualquier ciudadano debe aceptar someterse al examen de alcoholemia y de uso de drogas", disparó Rousseff.

"Candidata, tenga el coraje de hacer la pregunta directamente. Yo tuve un incidente y no hice el examen... Asumí la responsabilidad y me disculpé por ello. Usted no se arrepiente de nada en su gobierno", respondió el senador.

Publicidad

Los ataques personales se sumaron al arsenal de acusaciones mutuas de corrupción, concentradas en las denuncias sobre la desviación de dinero de contratos de Petrobras para financiar al Partido de los Trabajadores (PT) de Rousseff y agrupaciones aliadas y en la polémica construcción de un aeropuerto en tierras de un tío de Neves cuando gobernaba Minas Gerais.

El político del opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) aludió a noticias según las cuales el Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU) investigará supuestos fraudes en las obras del Complejo Petroquímico de Río de Janeiro.

Publicidad

En su respuesta, Rousseff indicó que el gobierno otorga total independencia a la policía federal y al Ministerio Público para identificar y castigar a todos los responsables de actos de corrupción, "a diferencia de lo que ocurría en el pasado, cuando la policía federal era dirigida por miembros del PSDB".

Según la mandataria, todos los acusados de irregularidades durante el gobierno de Fernando Henrique Cardoso (1995-2002) "no fueron condenados porque no fueron investigados".

Los dos candidatos también libraron un duelo sobre la economía, luego de que Neves acusara a Rousseff de no tomar medidas para evitar el aumento de la tasa de inflación y la caída en el ritmo de crecimiento del país.

"Su gobierno dejará una herencia perversa para el futuro, con inflación elevada, crecimiento bajo y pérdida de credibilidad. Sin credibilidad no hay inversión, y sin inversión no hay empleo", expresó el opositor.

Publicidad

Rousseff, a su vez, aseguró que la inflación aumentó a raíz de la sequía, que generó alzas temporales en precios de alimentos y energía, y sostuvo que su adversario "no puede hablar" sobre empleos: "Ustedes nos entregaron el país con 11,4 millones de desempleados".

"Yo no voy a combatir la inflación con sus métodos, que contemplan quitar empleos, reducir salarios y no invertir. Ustedes dicen que quieren que la inflación baje al 3 por ciento... Si baja al tres por ciento tendremos una tasa de desempleo del 15 (por ciento)", aseveró.

Además, en numerosas ocasiones los dos candidatos se acusaron mutuamente de mentira y de falta de respeto, con lo cual dejaron poco espacio para presentar sus propuestas de gobierno a los más de 142 millones habilitados a votar en la ronda decisiva de las elecciones presidenciales, que se celebrará el 26 de octubre.

"No es posible que se haya perdido tanto tiempo de una campaña con ataques. Esto vale para una y otra parte", resumió al final del debate el respetado columnista político Clóvis Rossi.

Los sondeos de los próximos días podrán revelar si Rousseff o Neves lograron sacar algún provecho del debate más agresivo de la historia reciente de Brasil.

Los sondeos divulgados este jueves por el Instituto Datafolha y por el Instituto Brasileño de Opinión Pública y Estadística (IBOPE) revelaron que los dos candidatos están técnicamente empatados con ligera ventaja para el opositor, quien recibiría hoy un 51 por ciento de los votos válidos frente al 49 por ciento de la mandataria.