Quedó insubsistente la suspensión de las operaciones para ocho concesiones mineras de San Antonio de Pichincha, en el noroeste de Quito, que se produjo tras el sismo de 5,1 en la escala de Richter que afectó a esta ciudad y sus alrededores el 12 de agosto pasado.

La medida, que rige desde la noche del viernes anterior, la adoptó el Ministerio de Recursos Naturales no Renovables. Las canteras habilitadas tienen estatus legal, ya operan y despachan material pétreo.

Amparados en el Reglamento a la Ley Minera, las autoridades consideran que han cesado los peligros a la salud y la vida de los trabajadores y dispusieron a los titulares mineros que presenten en quince días a la Agencia de Regulación y Control Minero (Arcom) los correctivos a las observaciones técnicas.