En el marco de la III Reunión Regional de Directores de Oficinas de Propiedad Industrial y Agencia de Desarrollo Científico y Tecnológico y de Innovación de Países de América Latina, el director principal para América Latina de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), Juan Antonio Toledo, expone sobre los avances que se están desarrollando en la región.
¿Cuál es la situación actual del registro de patentes en América Latina?
América Latina si se compara con otras regiones, su nivel de solicitud de patentes no es de los más altos, pero eso no quiere decir que su nivel de inventiva esté por abajo de eso. Lo que pasa es que cada vez más se está teniendo un conocimiento más acertado de cómo funciona el sistema de patentes.
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Según la OMPI, entre el 2001 y el 2010 hubo una gran migración de inventores desde Sudamérica a otros países como Estados Unidos y regiones de Asia, ¿por qué?
Era la migración de recursos humanos. Migraciones de este tipo van donde existen mayores condiciones. No necesariamente de tipo económico, pero para poder desarrollar las investigaciones que se desean y normalmente la migración ha sido del sur al norte. Pero ya empieza a haber migraciones desde el mismo sur hacia Brasil.
¿Cuáles han sido los principales problemas para que la creación tecnológica no se registre en el país del inventor?
Una es el bajo nivel en investigación y desarrollo, segundo ha sido una estructura en las áreas de investigación no necesariamente orientadas a recompensar a los investigadores que hacen uso del sistema de patentes. En muchos países existen mayores recompensas hacia los investigadores que están en centros de investigación de universidades hacia las publicaciones científicas. Esa política ahora está cambiando y cada vez más vemos que los pasos en materia de investigación son bastante sólidos.