Los hermanos Roberto y Lisys Angelelli Liberati no acudieron ayer a rendir su declaración voluntaria ante el fiscal Miguel Vélez, que investiga el caso de presunta estafa de la empresa Publi-Fast.

Este fue el segundo llamado a los hermanos quienes, según su abogado defensor, Jaime Toral Soriano, no acudieron por problemas personales.

En los exteriores de la Fiscalía se ubicó una decena de policías para prevenir incidentes y custodiar a los citados a quienes se les levantó la orden de detención para que se acerquen a rendir su versión.

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El fiscal Vélez indicó que hay falta de información que retrasa otras diligencias para determinar a los responsables en este caso.

Anticipó que realizará un tercer llamado a los hermanos y que si no acuden pedirá a un juez que emita órdenes de detención para que declaren con la fuerza pública.

En tanto, ayer se conoció que existe una grabación presuntamente de Luis C., dueño de la empresa investigada, quien asegura que su negocio no era una pirámide y que sus clientes ganaban el 20% del dinero invertido.

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En el audio el implicado asegura que tenían más de cien mil afiliados y que la mayoría salió con ganancias porque, según explicó, existirían cuatro mil denuncias en el país.

Hernán Ulloa, abogado de un grupo de los perjudicados, manifestó que el principal implicado debe rendir su versión ante el fiscal y no a través de las redes sociales.