Desde la isla Santay, Guayaquil parece lejana. Esa distancia se acortó con la inauguración del puente que las une. Ahora, cientos de guayaquileños visitan la isla a diario para recorrerla en su interior y conocer a los habitantes de la ecoaldea; para fotografiar a los cocodrilos y disfrutar de la maravillosa fauna y flora que encierra este espacio. Los fines de semana, este puente se torna una pasarela por donde los turistas van y vienen contando sus experiencias al otro lado del río Guayas.











