“Quiero que se haga justicia porque él le hizo un daño a mi hija. Como madre, pido justicia por mi hija y por mi nieto. Le pido al señor presidente (Rafael Correa) que no lo vaya a dejar libre. Ya la primera vez lo dejaron ir”, dice Esperanza M., madre de la menor que supuestamente fue agredida sexualmente por Jorge Glas Viejó, quien llegó a Guayaquil la tarde del miércoles.

Esto, luego de que fuera capturado el martes en Asunción, Paraguay. Sobre Glas Viejó pesa un dictamen acusatorio de la Fiscalía (12 de marzo del 2013) y luego fue llamado a juicio para que sea juzgado por su presunta participación en el delito de violación sexual a una menor.

La adolescente, ahora de 15 años, tiene un niño de dos años y cinco meses. Un tribunal dispuso que Glas Viejó le entregara una manutención mensual de $ 300 al niño, dijo la mujer.

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La menor afectada, dice la madre, retomó sus estudios el año pasado y está pendiente del cuidado de su primogénito.

Este Diario intentó contactar por vía telefónica al abogado defensor de Glas Viejó, pero no hubo respuesta. También se buscó la versión del director del Hospital de la Policía, en donde supuestamente está asilado el acusado, pero el funcionario no atendió a los periodistas.