El Parlamento y la Comisión Europea y el Departamento de Estado de EE.UU. reclamaron ayer respeto a los derechos humanos en Venezuela.
Después de hacer un llamado a resolver los problemas por la vía del diálogo pacífico, los europarlamentarios afirmaron que las autoridades venezolanas “en lugar de contribuir a la paz, han amenazado con una revolución armada”.
“Llamamos a las autoridades venezolanas a desarmar y disolver inmediatamente los grupos armados descontrolados con carácter progubernamental y poner fin a su impunidad”, dice el texto de la Eurocámara.
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La resolución pide “una clarificación” de las muertes violentas acaecidas en las calles de Venezuela y que los responsables “paguen ante la justicia por sus acciones”, y recomienda el envío urgente de una misión de europarlamentarios a Caracas.
La Comisión Europea pidió a Maduro que demuestre que no tolera el uso de la violencia y que garantice el ejercicio tanto del derecho de manifestación como el de libertad de prensa.
Y el secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, dijo que Obama seguirá “apoyando a aquellos sin voz en Venezuela, donde el Gobierno ha enfrentado a los manifestantes pacíficos con el despliegue de fuerzas en las calles, y el encarcelamiento de estudiantes”.
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En tanto, el canciller venezolano, Elías Jaua, en gira por Suramérica, pidió ayer apoyo para el Gobierno de Nicolás Maduro frente a “grupos violentos que intentan derrocarlo”.
Durante su gira ha señalado que Venezuela prefiere que su caso sea tratado en la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y no en la Organización de Estados Americanos (OEA), donde está pendiente el visto bueno a una propuesta de Panamá para que se reúnan con urgencia los cancilleres.
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Unas 17 personas han muerto y más de 150 han resultado heridas en la oleada de protestas en contra de Maduro, desde el pasado 12 de febrero.
Mientras, las protestas contra el Gobierno de Venezuela continúan con ímpetu en el interior del país. En Táchira se decapitó un busto de Hugo Chávez.
Los estudiantes convocaron para ayer, en el primero de seis días de feriado decretado por Maduro, a una concentración en Caracas bajo la consigna “ni un muerto más” y para conmemorar a las víctimas de las violentas protestas callejeras de 1989 conocidas como el ‘Caracazo’.
