Miles de fieles se sumergieron el domingo en pozas abiertas en ríos y lagos helados en Rusia para celebrar el bautismo de Cristo, una de las principales festividades de la Iglesia ortodoxa de Rusia.
Según la Policía de Moscú, solo en la capital rusa, donde las temperaturas eran de 17 grados bajo cero, más de 90.000 creyentes se congregaron en las pozas bautismales, cuyas aguas fueron previamente bendecidas por los popes.
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Como ya es tradicional, en la plaza de la Revolución, a escasos pasos de la plaza Roja, fueron instalados tres depósitos con agua bendita para los fieles que desearan cumplir con el rito cristiano de la purificación.
Junto a las improvisadas pozas bautismales fueron habilitados vestidores y un espacio con calefacción, para que los creyentes entraran en calor después del baño ritual.
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Se estima que millones de rusos acudieron a los templos e iglesias para recoger en botellas y garrafas el agua bendecida en el día en que se recordó el bautismo de Jesús por san Juan Bautista en el río Jordán.
De acuerdo con la creencia popular, el agua bendecida ese día tiene propiedades curativas y es capaz de aliviar todos los males.
En tanto, en otros países, por ejemplo en Etiopía, también se recordó la fecha. Allí los cristianos ortodoxos participaron en el festival Timkat, en el cual los creyentes recorrieron en comparsas las calles de las ciudades más importantes de ese país a manera de tributo.