Su itinerario en California es el sueño para cualquier niño de 10 años: Disneylandia, un partido de los Lakers y una visita a la playa de Santa Mónica. Pero la mayoría de los jugadores del equipo de la etnia triqui, de las montañas de Oaxaca, en el sur de México, ni siquiera conocen a Mickey Mouse. Crecieron en pueblos aislados, y para ellos, el básquetbol es una ventana al mundo.