Dos consultores de correccionales concluyeron que Ariel Castro, quien mantuvo a tres mujeres secuestradas en Cleveland durante una década, se suicidó en su celda y no murió por accidente al intentar hacer una pirueta sexual.

Los consultores rechazaron una sugerencia planteada en un informe de las prisiones estatales de que el ahorcamiento de Castro el 3 de septiembre no había sido un suicidio, como se creía originalmente. Dicho texto fue dado a conocer el mes pasado.

El informe de los consultores dado a conocer el martes señala que toda la evidencia disponible, incluido el creciente tono de frustración en su diario que llevaba en la prisión, indican que se trató de un suicidio.

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Castro, de 53 años, comenzaba a cumplir una sentencia a cadena perpetua más 1.000 años por el encarcelamiento y violación de las mujeres en su casa. Fue hallado colgado de una sábana.