El presidente de EE.UU., Barack Obama, y el liderazgo republicano en el Congreso seguían ayer sin acercar posturas para poner fin a la paralización parcial de la Administración federal, que entró en su cuarto día y ha llevado al mandatario a cancelar una gira por Asia.
Esta situación “puede terminar hoy mismo”, dijo ayer Obama al acudir con su vicepresidente, Joe Biden, a comer sándwich en Taylor Gourmet, un restaurante cercano a la Casa Blanca que ofrece descuentos a los empleados federales que se han visto obligados a quedarse en casa.