Estados Unidos ordenó este viernes evacuar al personal no esencial de su embajada en Beirut y advirtió a los estadounidenses no viajar al Líbano, Pakistán y el sureste de Turkía, cuando está analizando la posibilidad de atacar Siria.

La legación diplomática en la capital libanesa anunció la medida de evacuación al mismo tiempo a través de un comunicado.

"El 6 de septiembre, el Departamento de Estado decidió reducir el número de personas no indispensables y el de miembros de sus familias de la embajada de Beirut debido a las amenazas contra las sedes de las legaciones estadounidenses y contra el personal", informó la embajada.

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Paralelamente, el Departamento de Estado anunció también que aprobó la salida del personal de su consulado en Adana, en el sur de Turquía.

"El Departamento de Estado ha ordenado la salida del personal no esencial del gobierno de Estados Unidos y de sus familiares en Beirut, Líbano, y aprobó la salida de personal no esencial y sus familiares de Adana, Turquía", dijo la portavoz adjunta, Marie Harf, en un comunicado.

El Departamento de Estado tomó estas decisiones debido a las "actuales tensiones en la región, así como a las potenciales amenazas contra instalaciones y personal del gobierno estadounidense", detalló Harf.

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La portavoz adjunta advirtió que todo ciudadano estadounidense que decida quedarse en Líbano o en el sureste de Turquía debe limitar sus desplazamientos dentro de los países, estar atento a su entorno y crear sus propios planes de emergencia.

Las evacuaciones coinciden con los esfuerzos de Estados Unidos por ganar apoyo para lanzar un operación militar contra el régimen de Bashar al Asad, al que acusa de haber perpetrado un ataque químico el 21 de agosto en varios suburbios de Damasco.

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En el caso de una intervención, el gobierno estadounidense teme que haya consecuencias en la región, principalmente en Líbano, donde guerrilleros chiitas de Hezbolá apoyan al régimen de Asad.

Harf puntualizó que el Departamento de Estado está siendo "muy cauteloso para proteger a nuestros empleados y sus familias, así como empleados locales y visitantes a nuestras instalaciones".

El Departamento también advirtió a los estadounidenses posponer cualquier viaje no fundamental a Pakistán, un país donde actúan grupos islamistas armados leales a Al Qaida. Recordó que los servicios consulares siguen sin estar disponibles en Lahore, la segunda ciudad del país, luego de que el personal no esencial fuera evacuado el mes pasado.

La guerra civil siria, que comenzó en marzo de 2011 como una revuelta popular contra Asad, ha afectado al vecino Líbano, país que ha acogido a más de 700.000 de los dos millones de refugiados que ha dejado hasta ahora el conflicto.

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Turquía, que apoya la iniciativa estadounidense de lanzar una operación militar contra Siria, también ha registrado la llegada de centenares de miles de sirios que huyen del conflicto y ha sufrido ataques lanzados por el régimen de Asad en su frontera común.

Hace un mes, el gobierno estadounidense ordenó el cierre durante una semana de varias de sus embajadas en Medio Oriente, tras recibir amenazas de la red Al Qaida.

La red islamista se atribuyó el ataque contra el consulado estadounidense en Bengasi (este de Libia) el 11 de septiembre de 2012, en el que falleció el embajador Chris Stevens y otros tres funcionarios.