Cincuenta y ocho días en la cárcel estuvo un ciudadano, implicado en el asesinato del periodista Fausto Valdiviezo, porque supuestamente un número celular registrado con su nombre, con el que se habrían realizado llamadas sospechosas, resaltó en una investigación de la Policía Judicial del Guayas.

Al ser liberado por orden de un juez, el 18 de julio pasado, su abogado, Pedro Buitrón, asegura que el chip, que estaba supuestamente a nombre de su cliente y que rastreó la Policía, nunca fue adquirido por él. “Nunca lo compró, nunca lo usó, nunca hubo un contrato”, señala Buitrón.

Este es solo un ejemplo de lo que la delincuencia puede cometer con una línea celular que no haya sido reportada en caso de un robo o que haya sido adquirida de manera informal.

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Según la Superintendencia de Telecomunicaciones, en el 2012 se reportaron 216.000 robos de celulares a nivel nacional, un promedio de 18.000 aparatos al mes.

En el presente año, desde enero hasta junio, la operadora Movistar, que acumula aproximadamente el 29% de los usuarios del país, reportó 36.956 celulares robados; un promedio de 8 aparatos sustraídos por hora y estar involucrados en una investigación es probable para los usuarios que no han denunciado el robo de sus celulares.

Germán Cevallos, subjefe de la PJ-G, destaca la importancia de la identidad del celular para cualquier ciudadano. Se refiere al IP (nombre único y original en inglés del protocolo) y el IMEI (Identidad internacional del equipo móvil), datos únicos de cada aparato y que al ser registrados en las operadoras al momento de firmar un contrato o adquirirlos permanecen ligados a sus dueños.

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Paúl Ponce, ministro fiscal del Guayas, manifiesta que varios ciudadanos se han visto sorprendidos (no dispone de cifras) al verse involucrados en investigaciones de la Fiscalía o de la Policía porque sus equipos o chips, que habían perdido y no denunciaron, aparecen inmersos en algún delito.

Esto se debe, dice Ponce, a que cuando se comete algún ilícito y dentro de las pericias aparece un aparato celular, la Fiscalía oficia a las compañías operadoras para que remitan información, como nombre del titular y sus datos personales.

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“El robo de un celular no constituye solo la apropiación de un bien material, por experiencia y tarea investigativa se mira más allá, porque lo pueden utilizar para otros delitos como sicariato, secuestro, robos mayores a locales o bancos”, expresa Ponce, para quien el celular constituye un documento de identidad comparable con su cédula de ciudadanía.

Al denunciar la pérdida, robo o hurto, el dueño del celular queda desafectado de cualquier responsabilidad posterior al robo de su equipo y chip, pero Ponce advierte que muchas personas omiten datos de las circunstancias de los asaltos para obtener beneficios, como el pago de un seguro.

Esa situación, según el art. 294 del Código Penal, puede ser reprimida con prisión de tres meses a un año. “Por eso se llama al ciudadano a reconocer su denuncia”, indica Ponce.

Mientras, Cevallos confirma que, según investigaciones, la mayoría de los aparatos robados son utilizados por bandas delincuenciales para cometer actos ilícitos.

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“El delito evoluciona con los tiempos, ya no es como antes que los celulares eran comercializados en puntos específicos de la ciudad, ahora son parte de bandas bien organizadas”, expresa el subjefe de la PJ.

Cevallos asegura que al mes se realizan alrededor de 10 operativos en cada uno de los 9 distritos en los que se divide Guayaquil, es decir unos 90 controles, en los que se logra incautar hasta 500 aparatos presuntamente ilegales.

Uno de los últimos decomisos se dio la semana pasada cuando se incautaron 400 celulares en Bastión Popular, suburbio y la Bahía, en todos estos sitios los dependientes de los locales allanados no justificaron con documentos sus procedencias.

400 celulares
De dudosa procedencia recuperó la Policía la semana pasada.

Lastimosamente los ciudadanos no le dan la importancia debida cuando pierden un celular, sin saber que pueden ser utilizados para delitos y que tendrán problemas”.Paúl Ponce, fiscal del Guayas

Los celulares de alta gama, tabletas y laptops son fácilmente detectables por el IMEI y el IP, y hemos recuperado muchos en los operativos anticachinerías”.Germán Cevallos, subjefe de la PJ