Las auroras veraniegas adornarán el paisaje del callejón interandino con cielo azul hasta septiembre y los primeros rayos de sol que bañan los altos picos de las montañas seguirán inquietando a cientos de pequeños agricultores por tener la humedad en el suelo que requieren sus parcelas de maíz blanco, papas, pastizales, fréjoles, haba, tomatillo, hortalizas, entre otros.