Unas 40.000 viviendas fueron embargadas en España en el 2012 como consecuencia de impagos, anunció ayer el Banco de España, en un momento en que los desahucios de propietarios e inquilinos sobreendeudados indignan al país.

El Banco de España, que publica esta estadística por primera vez y prevé seguir haciéndolo cada semestre, ha llevado a cabo una encuesta sobre un conjunto de bancos, que gestionan más del 85% de los créditos inmobiliarios en España.

En total, según esta encuesta, se embargaron 39.167 viviendas durante el año pasado, entre ellas 32.490 eran consideradas como residencias habituales.

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Más de la mitad de las viviendas (18.325) fueron entregadas de manera voluntaria por sus propietarios, mientras que 14.165 necesitaron la intervención de la justicia, en 355 casos con la fuerza pública.

El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) había afirmado en marzo que la justicia había ejecutado 75.605 desahucios en el 2012, es decir, un 16,7% más que en el 2011, que ya había sido un año récord.

Pero estas últimas cifras incluyen también a los inquilinos y propietarios de viviendas o locales comerciales que habían dejado de pagar su alquiler o su crédito.

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Según el estudio, el pasado 31 de diciembre, el número de hipotecas en vigor en España era de 6’770.083, de modo que las entregas de viviendas suponen un 0,58% sobre esa cifra.

Miles de inmigrantes, afectados por la crisis, han sido víctimas de desahucio por impago de sus créditos hipotecarios.