Roberto Azevedo, elegido este martes para liderar la Organización Mundial del Comercio (OMC), es la quintaesencia del diplomático brasileño: un negociador articulado, competente y hábil con un talento para convencer a sus adversarios.
Un diplomático de carrera con dos décadas de experiencia en disputas comerciales, Azevedo necesitará ahora más que nunca de esas cualidades para revitalizar la OMC y resucitar las negociaciones de comercio global estancadas por diferencias entre las naciones desarrolladas y en vías de desarrollo.
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La tarea es titánica. Con una economía global en problemas, el proteccionismo está en alza y hay poca confianza en el libre comercio y en la OMC.
Azevedo edificó su carrera diplomática defendiendo un país con antecedentes poco impresionantes en la defensa del libre comercio. Brasil es la más cerrada de las grandes economías de las Américas, según datos del Fondo Monetario Internacional (FMI).
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Además, durante la última década Brasil desempeñó un papel importante en descarrilar las conversaciones para crear una zona hemisférica de libre comercio.
Pero Azevedo asegura que las políticas comerciales de Brasil no influenciarán sus acciones como director general de la OMC cuando reemplace el 1 de septiembre al francés Pascal Lamy. "Como director de la OMC no estaré representando a Brasil", dijo a Reuters la semana pasada.
Predominio del bilateralismo
La posición de Brasil en las conversaciones globales, que los críticos describen a menudo como obstruccionistas, suelen enfrentar al gigante latinoamericano con Estados Unidos y a la Unión Europea. Pero, al mismo tiempo, son aplaudidas por las naciones en vías de desarrollo, donde la candidatura de Azevedo logró un fuerte apoyo.
Azevedo, de 55 años, está muy vinculado a la OMC desde su creación en 1995 y es considerado alguien que conoce la entidad desde dentro. Y eso sería un activo a la hora de recuperar la relevancia del órgano de comercio multilateral.
"Creo que los miembros y negociadores están más listos para seguir el liderazgo y aceptar como mediador a alguien con el que estén familiarizados, alguien en quien confían", dijo Azevedo en un reciente mensaje de Twitter.
Desde que la llamada Ronda de Doha de negociaciones globales de comercio perdió impulso en el 2008, el multilateralismo cedió terreno frente a los acuerdos bilaterales y pactos entre bloques comerciales regionales, como la Asociación Trans-Pacífico hoy en negociación, que incluye a 12 países.
Nuevo comienzo
Azevedo cree que venir de Brasil, un mercado emergente y la séptima economía mundial, le ayudará a buscar un nuevo comienzo para las conversaciones multilaterales y a sacar a la OMC de su estancamiento actual.
"Se requieren de soluciones ambiciosas para una mayor liberalización comercial, para eliminar grandes distorsiones comerciales, para usar el comercio para llevar el desarrollo a todos, pero especialmente a los países más pobres", dijo Azevedo en un comentario por video subido al sitio web del Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil.
Un fanático del fútbol que juega al balompié en su tiempo libre, Azevedo es admirado por otros diplomáticos por su talento como negociador y su capacidad para entender asuntos complejos.
"Recuerdo que tuvimos un caso muy complicado de subsidios en la industria de transporte aéreo y quedé impresionado por cómo lo entendió rápidamente", dijo Celso Lafer, el primer embajador brasileño ante la OMC y un exministro de Comercio.
Azevedo ha representado a Brasil ante la OMC desde el 2008. Antes de eso fue jefe de los negociadores brasileños para la Ronda de Doha. Además supervisó las negociaciones entre el bloque sudamericano Mercosur y países de fuera de América Latina y fue jefe de una unidad de solución de disputas del ministerio de Relaciones Exteriores.
En la carrera para encabezar la OMC, Azevedo derrotó al mexicano Herminio Blanco, un actor clave en la negociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, respaldado por Estados Unidos pero visto por otros como menos independiente de los intereses de países ricos.
Apoyo a países en desarrollo
La aproximación más gradual de Brasil sobre la eliminación de barreras comerciales podría dar relevancia a las naciones en vías de desarrollo en las negociaciones sobre comercio global.
Azevedo ha prometido hacer el mecanismo de solución de disputas de la OMC más accesible para las naciones en vías de desarrollo, permitiéndoles litigar juntas contra las naciones industrializadas que actualmente presentan la mayoría de los casos.
Los expertos dicen que la elección de un director general proveniente de una economía emergente podría alentar a las naciones en vías de desarrollo a abrir más su comercio.
"Esto es un gran paso para traer a más países en vías de desarrollo hacia la liberalización del comercio mundial", dijo Jeffrey Bergstrand, un profesor de finanzas en la Universidad de Notre Dame.