No será la isla de la fantasía, pero sí ofrece algo que no tiene precio: calma, sosiego. Pero además es un paraíso que vale la pena que los jubilados conozcan. Lo tiene todo: costo de la vida asequible, más de 300 días de sol, playas, rutas volcánicas, tradiciones y gastronomía. Este lugar es Fuerteventura, en España.