Un detector de metales aficionado encuentra joyas de unos 3 mil años de antigüedad, arqueólogos de ese país quedan sin palabras

Un detector de metales aficionado se hizo famoso al encontrar entre varias piezas antiguas una verdadera “joya de la corona”: un brazalete milenario que llama la atención de todo un país.Sucedió en Polonia , donde, en el bosque de Kociewie, un miembro del grupo Kociewskie Poszukiwacze (Los Buscadores de Kociew) detectó “una potente señal”.No había dudas: el hecho de captar esa señal es indicio inequívoco de que “algo grande está enterrado allí”.Ante la sorpresa y emoción, cavaron un hoyo de aproximadamente 20 centímetros de profundidad en el lugar donde el “pitido” se hacía más intenso.Lo que sacaron dejó sin palabras a varios en Polonia. Estiman que tiene unos 3.000 años de antigüedad.“Desenterraron una pulsera -brazalete- grande y bien conservada que pesaba más de media libra”, informa The News & Observer. “Un gran brazalete de bronce apareció en el agujero. Tras recuperarlo y asegurarlo, el hallazgo pesaba 267 gramos”, divulgó el grupo de detectores de metales en sus redes.La joya está bien conservada.Según un comunicado de prensa de Nauka w Polsce , difundido el 8 de agosto pasado, los “cazatesoros”, que tenían permiso para hacer estas exploraciones con los detectores de metales, volvieron al parque al día siguiente.Hallaron un par de broches y una pieza de joyería no identificada, difunde el citado medio.Un experto del Conservador de Monumentos del Voivodato de Pomerania adelantó que el brazalete probablemente data de la Edad del Bronce, entre los siglos VIII y el IX a. C. Hallazgos como el de este brazalete deben entregarse a las autoridades, ya que son propiedad del Tesoro Público, afirman en Nauka w Polsce.La joya, de acuerdo con lo anunciado, será trasladada al Museo Arqueológico de la ciudad polaca de Gdansk. En La Brújula Verde , a finales de 223, reseñaron que un buscador localizó cinco hachas de la Edad del Bronce.Ese hallazgo se hizo en el mismo bosque de Kociew, donde ubicaron recientemente el brazalete. Las hachas también tenían como destino el Museo Arqueológico de Gdansk. (I)

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