De manera fiel, un hombre cumplió un ritual. Nunca desvió su norte. Nada que ver con caminar después de cenar ni tomar café a las 2:00 ni a las 4:00 de la tarde. Este señor, que tiene 91 años, durante las últimas 7 décadas se dedicó al ahorro. Tan bien le fue que su nieto comparte la alegría de saber a cuánto asciende el “tesoro” de su abuelo.
